UNA HISTORIA DE AMOR

En el mercado de Tilcara donde prepara desayunos junto a su madre y hermanas o en su taller de costura donde diseña su futuro, Sharon se empodera y toma la posta de ser una mujer trans visible y comprometida con su entorno, que a sus treinta años comienza una nueva etapa tras cerrar una larga historia de amor…

 


 


LA INFANCIA                                                                                                                                            Mi infancia no fue muy feliz, vengo de una familia humilde, y siempre había que ayudar en casa, asique ir a la escuela era por un lado una escapatoria, pero tampoco la escuela resultaba ser un lugar amigable, había cosas que yo quería hacer pero solo podían hacerlas las chicas. Allí tenía amigas, me gustaba juntarme con las mujeres, me sentía bien con ellas, me identificaba. Recuerdo que yo quería bordar y hacer dibujos, pero la maestra me mandaba a hacer las cosas de varones que no me gustaban para nada. Pero igual aunque la maestra no me quería enseñar yo veía cuando le enseñaba a mis compañeras y luego les pedía a las amigas que me ayudaran y terminaba haciendo las dos cosas, aunque en lo que más me destacaba era en las tareas de chicas, usaba los recreos para esto. Por suerte mis compañeras eran súper buenas, los chicos en cambio le decían a la maestra que yo ayudaba a hacer el trabajo a las compañeras cuando era al revés, ellas me enseñaban a mí. Ya cuando tenía unos 12 años me empecé a revelar con la profesora, le insistía que yo quería aprender lo que le enseñaban a mis compañeras y que tenía derecho a aprender, asique ahí me empezó a enseñar algunos puntos que hasta el día de hoy no los olvido.

En las tareas de la casa todos ayudábamos, somos 8 hermanos, vivíamos con mi mamá, que siempre estuvo sola, nunca la vimos con un hombre, ella trabajaba mucho, una autentica madre luchona hasta el día de hoy, ella me enseño a lavar la ropa, y como era la más grande me toco lavar la de todos, también cuidarlos, siempre nos educo para ser independientes, y como siempre trabajaba teníamos que aprender también a limpiar, a cocinar, a mantenernos limpias, ya desde chica aprendí también a coser, no me gustaba andar con la ropa rota y no teníamos para comprarnos asique yo trataba de parchar todo para que este impecable. Muchas veces nos tocaba acompañar a nuestra mamá a su trabajo en la quinta, la ayudábamos a sacar los yuyos, y el patrón nos daba un poco de plata, lo hacíamos en la tarde luego de la escuela y a veces los fin de semana todo el día.

EL AMOR                                                                                                                                                 En la escuela me gustaba un compañerito, Franco Vega y él se había dado cuenta, recuerdo que yo iba al grado B y el al A de la escuela Sarmiento. Fue algo como magia, yo lo seguía a todos lados, yo era y sigo siendo muy intensa. Lo conocí a los 8 años, para la clase de informática que unían los grados, había que hacer un trabajo practico y yo me junte con él, de ahí nos fuimos conociendo y en una vuelta se me acerca y me dijo porque lo miraba tanto, que te gusto o tengo algo de malo me pregunto, ahí le dije que me gustaba, el me dijo que el también me miraba de otra manera, aunque no sabíamos de cual, ni cuál era el sentido, yo creo que ahí nos empezamos a gustar. Pero fue a los 12 años que empezamos a estar juntos. Entre los 8 y los 12 comenzamos a descubrirnos, nos dábamos besos y abrazos. Recuerdo que en la escuela Sarmiento para esconderse hay un montón de lugares, pero nuestro preferido eran los baños que al fondo tenian un deposito, y aprovechamos los recreos. El me decía yo te espero en el depósito apenas salgamos al recreo, entraba el primero y yo después, y me acuerdo que yo le decía que no llegue tarde, que no me gustaba esperar, éramos niños. Ya en 7mo grado el recreo era solo para vernos, no jugábamos y a pesar de que yo era muy amiguera dejaba a las chicas para ir a estar con él. Para fin de año se armo un grupo de teatro en el cual estaba el, asique yo también entre, por chismosa nomas porque nunca me gusto el teatro, todo por estar cerca de él, de repente lo seguía a todos lados. Fue así que una maestra se dio cuenta de que algo pasaba. Una vuelta yo le dije que ya no quería estar en el baño y me dice que vallamos al salón de música, asique comenzamos a ir tras unas cortinas que había, me agarraba la mano, charlábamos, nos besábamos y fue así que la seño de música nos encontró, nos dijo que no hagamos cosas a escondidas porque era bonito lo que nos pasaba, recuerdo que luego la tuvimos de profe en la secundaria, y nos siguió viendo juntos. De ahí en más cada vez estábamos más juntos aunque no expresábamos nuestro amor en público.                                                                    Nuestro primer acoston, o encuentro más intimo fue como a los 12 años, antes de terminar la primaria, tuvimos relaciones en ese fondo de baño, no sabíamos que hacíamos, era hacer lo que sentíamos, no como adultos sino como niños, recuerdo que después de eso me fui a mi casa tan emocionada, tan alegre, de esas sensaciones que no te quita nadie, llegue a casa y mi mamá me decía estas muy rara, si feliz le dije. Así fue ese noviazgo, muy feliz y duro hasta los 18 años.

ADOLESCIENDO                                                                                                                                            La adolescencia la seguimos viviendo a escondidas, como amigos para el resto, el venia a mi casa a escondidas o yo iba a su casa a escondidas también, en esa época la pasábamos mejor, ya sabíamos lo que nos gustaba y lo que queríamos hacer. Vivíamos la sexualidad más libre, él sabía que yo quería ser mujer y él era el hombre. Lo que más me gustaba era cuando nos escapábamos a la finca por las tardes, ahí no había nadie, asique el me agarraba de la mano, me besaba y yo me sentía la chica más feliz, y le decía que nadie nos robaría esto. Igual a veces lo veía en el centro charlando con una chica y yo pasaba por enfrente muchas veces o directamente pasaba a su lado y lo saludaba, siempre fui celosa y él me decía que no le gustaban esas chicas que no me preocupe, “-yo tengo que hablar con ellas y mantener mi machismo”.                                                                                                                                              Fue una época emocionante de nuestra vida, nos encontrábamos en lugares del pueblo a escondidas, recuerdo que para un aniversario lo lleve a un hotel de esos que construyen los que vienen de afuera, estaba todavía en construcción y nos metimos a la tarde cuando ya no había nadie. Sabíamos elegir también lugares de la finca de la familia, recuerdo muy lindos momentos en el potrero del pucara o por los cerros también.                                                                                                                                         Era un amor a escondidas pero un hermoso amor.                                                                                      A los 17 empezamos a tener algunos problemas, yo era muy celosa, y había una chica que gustaba de él y como yo era su amigo me empezó a preguntar como ganárselo, y él me decía que no me meta en su vida. Ese año fue distinto, ya no nos veíamos tanto, aunque a veces me buscaba, y nos veíamos, alquilábamos una habitación para estar juntos. En esa época yo estaba en la parroquia y me empecé a meter más en la iglesia, así fue que cuando cumplí 18 viaje a un retiro espiritual para poder estar en el Santuario de la Virgen. Cuando llegue al retiro me quitaron el teléfono ya que no se podía usar, y como al tercer día de estar aislada comencé a tener una inquietud en mi, asique les pido de llamar a mi mamá y así fue como me entere, veinte que paso algo con tu amigo, que amigo le digo, no caía cual amigo porque para mí el no era mi amigo, y mi mamá me dice tu amigo el Franquito se quito la vida. Puedo asegurar que fue el golpe más duro que viví en mi vida.                                                                              Llore mucho, mucho, pero lloraba a escondidas, recuerdo que cuando lo estaban por enterrar estaban los del sepelio y les dije que quería unos minutos con él y el chico me pregunto porque, ¿sos familiar? y le dije que era su pareja y me miro rarísimo pero me dio 5 minutos. Le prometí que sería feliz, le di un beso y me despedí, así a escondidas. El se llevo todo, mis vivencias que eran solo nuestras, me corto las alas.                                                                                                                                                           Esto que me paso hizo que me refugiara más en la iglesia, y es ahí que ingreso al santuario del aura.

LA VIRGEN                                                                                                                                         Luego de lo que sucedió con mi pareja me refugie en la iglesia, me metí de lleno, me hacia bien sentirme parte de un grupo. Se llama “seguidores de María”, en ese momento fui el primer joven en participar, pero con una tristeza encima que no había sanado hasta hace muy poco, me sentía culpable por esa muerte, aunque sabía que yo no lo era.                                                                                         De ahí en más dedique mi vida a la virgen y comencé a trabajar en el santuario, era la encargada. El santuario esta a 55km de Tilcara, el recorrido se hace a pie, son unas 5 o 6 horas caminando. En la experiencia en el santuario aprendí muchas cosas, es un lugar muy importante para el pueblo y yo a los 20 años ya estaba al frente del mismo, asique era una persona muy respetada aquí, era quien cuidaba a la virgen y la fiesta de la virgen es muy importante, quien llega a estar a cargo de la virgen tiene el agradecimiento de la comunidad. Durante Semana Santa en la procesión bajamos desde el santuario con 86 bandas, las cuales hay que coordinar, casi todos varones, y debo decir que varios sabían de mi secreto, pero el respeto estaba igual. Semana Santa en Tilcara es descubrir el origen de la fé en la virgen, hay que subir al campo donde está el santuario y dejar todo atrás, llegar a su soledad y solo escuchar a los sikuris. Este año me acerque a la virgen y sentí mala vibra de la gente, pues ya no soy Carlos el que todos querían por su labor. Daría toda mi vida  para volver a estar a cargo del santuario, pero como Sharon.

LA TRANSICION                                                                                                                                     Cuatro años atrás comencé mi transición a mujer trans, yo ya me había declarado gay, tenía 25 años, luego deje la iglesia. Mis amigas siempre me decían que me trasvista, pero a mí me costaba, hasta que recuerdo que había una elección de reina y lo hice, fue la primera vez que me puse un vestido, unos zapatos, una peluca, y de ahí no pare, cada elección, marcha o actividad que había me iba toda de mujer, después me dije que esto quería para toda mi vida. Y de ahí en más comencé mi vida como mujer trans. Para mí ya haberme declarado gay fue mucho, pero cuando me declare mujer trans ya fue un golpe duro en la sociedad, porque todos miraban a Carlitos, muchos lo hacen hasta el día de hoy, pero Sharon es mucho más fuerte que Carlitos, mucho más metida, el que me saluda es señorita o Sharon, y hay gente adulta que lo entiende y hay otros egoísta que te dicen -“ei que haces Carlitos”, y les digo -“no, yo soy Sharon, me olvide de invitarte al entierro de Carlitos, y me dicen discúlpame, y les respondo, no te disculpo, yo soy Sharon y punto”. Los jóvenes y niños han sido más amigables, por ejemplo mis sobrinos me dicen tía Sharon y me defienden a capa y espada, si alguien me falta el respeto y me dice nombre de changuito se enojan y le dicen es tía Sharon, me encanta que sean así. Con mi mamá fue un golpe duro, lo fue para ambas, ella no tiene problema en llamarme Sharon, en un principio reacciono mal, me dijo que ella pario un hijo no una hija, pero yo le dije que yo me sentía mujer y no desde ahora sino desde siempre, y después lo fue entendiendo, e incluso a pesar de que por ahí siente vergüenza me defiende y me cuida.

LA CARTA                                                                                                                                           Hace apenas unos meses me llamo la madre de Franco y me cito en su casa, me dijo que tenía algo para mí, fue así que me dio una carta que me había dejado cuando se suicido, le pregunte porque no me la había dado antes… Ahí le conté a su madre sobre nuestro amor, yo creo que me termino dando la carta porque se dio cuenta con los años de lo que sentía por él, luego de la muerte de Franco, pasaba más tiempo en el cementerio que en cualquier lado, lo visitaba todos los días y ella lo sabía. En la carta me decía que sea fuerte y que no deje que otras personas decidan por mí, y sus palabras me llenaron de fuerza. Cuando me entrego la carta temblaba, casi me desvanezco, pero me hice la fuerte frente a su madre. Luego llame a mi amigo Marcos para pedirle que me acompañe porque me sentía mareada, de ahí fui al cementerio y pensé, hasta acá llega la historia de Carlitos y queme la carta en su tumba. Recuerdo que yo también había escrito una carta muy dolorosa, yo también había pensado en quitarme la vida, y esa también la queme y puede hacer un cierre. La carta fue sanadora, cerró una etapa que nunca había enterrado.

EL FUTURO                                                                                                                                           Me veo teniendo un taller de costura, haciendo mis diseños. También haciendo clases, ya que el año pasado lo hice en una escuela y fue una experiencia hermosa. Me veo como una persona común y corriente haciendo las cosas que me gustan aquí en Tilcara, no me iría de mi pueblo, estoy enamorada de mi tierra, siento que acá tengo mis raíces y me gusta esta forma de vida, valorar mis principios aquí y mi cultura, ya tengo un camino construido, mi vida armada.  Como aborigen, como marrón de piel pelada por el sol y el viento que soy, es importante nacer, vivir y morir en mi tierra.

 


 


LOS PROTECTORES DEL RIO / La tarea de los lafkenches en Weñauka / Por: Leandro Gonzalez

-“Alemanes, nazis, fascistas, burgueses dueños de una inmobiliaria, protegidos por políticos, y jueces corruptos de la Corte de Apelaciones de puerto Montt”, así llama el werken Luis Navarro de la comunidad Leviñanco Ta Leufu a los Winkler y otras familias de la región que atentan contra Weñauka, territorio ancestral huilliche. Destrucción de arboles nativos, contaminación del río, intentos de asesinato y otras acusaciones a denunciado la comunidad en esta pelea por la defensa del Ngem leufu Maullín. Las viejas vías de un tren que ya no pasa, un enorme lago rodeado de volcanes y un pequeño pueblo llamado Llanquihue dan inicio al río Maullín, cascada de lluvia le decían los antiguos de este territorio, donde la armonía y el respeto por el entorno eran moneda corriente. Hasta que llegaron ellos. Se hacen llamar colonos, alemanes o latifundistas, tiene sus historias manchadas de sangre, pero aquí están, haciendo lo mismo que sus padres y sus abuelos, destruyendo todo en nombre del progreso. 

Los Winkler y otras familias planean proyectos inmobiliarios allí donde la comunidad protege la ribera del río, desde la cima a unos 80mts de altura le arrojan rocas de un porte que supera los 80cm hacia las rukas, poniendo en riesgo la integridad física de el peñi y su familia. También les sueltan perros para que se coman las gallinas y animales domésticos. Esto a motivado a hacer un llamado de acompañamiento a las comunidades del territorio y sociedad consciente en general. 


Recuerdo mi primer visita al río en ese bote de chapa construido por el peñi y su hijo Crsitobal, fue en el 2012, y debo decir que para mi agrado fue una visita de acción directa y muy poco turística, llevamos a un grupo de biólogos del estado a tomar muestras de los vertederos de las fabricas de cecinas que quizá son quienes más contaminan, a escondidas de los matones que las cuidan se tomaron estas muestras, para iniciar un control que históricamente nadie había hecho, y que la comunidad activo, tras varios años de gestión. La Leviñanco Ta Leufu se podría llamar la comunidad de la acción, pues no se quedan quietos y siempre están activando para proteger su territorio, de todas las formas posibles. Recorrer el inicio de este río es una experiencia maravillosa, entre bosques sumergidos, una gran variedad de aves, peces y pequeños animales costeros, por allí cada día navegan estos reconocidos defensores del río Maullín, que desde aquel primer recorrido en lancha supieron acompañar hasta el día de hoy mi necesidad de descubrir y conocer la vida en comunión con la mapu. Familia generosa que desde su ruka en el río o desde la sede barrial de su población se organizan y organizan a los suyos por una vida más digna y por fuera de la explotación de los ricos. 




La maquinaria de la injusticia chilena El werken nos aclara que han iniciado las acciones legales pertinentes -“El río Maullín y sus humedales fueron declarados patrimonio arqueológico, y están protegidos por las leyes chilenas, pero estos fascistas piensan que pueden destruirlo todo, llevo hechas más de diez denuncias, pero como él es el rico y amigo del poder las encajonan. La responsabilidad legal, recae sobre la fiscalía de Puerto Varas que se niega a recibir nuestra denuncia y la documentación legal que tenemos para proteger el río, es la misma que no le da curso a nuestro pedido y defiende a los latifundistas. Este es un delito medioambiental y ecológico, pero para la fiscalía no tiene importancia, esa es la cagada de justicia que tiene este país, que nunca escucha a los pobres, pero seguiré dando lucha”. 

Un poco de historia Los alemanes comenzaron a llegar desde 1850 para instalarse con proyectos “productivos” que costarían sangre, violaciones, muertes, incendios y destrucción de la naturaleza a un nivel que los pobladores de estas tierras jamás imaginarían. A pesar de haber pasado más de un siglo desde su llegada, todavía los nietos de estos se hacen llamar colonos y siguen el camino de sus antepasados pisoteando poblaciones enteras en nombre del progreso. Llanquihue es una pequeña población que se forma alrededor de fábricas de embutidos que desde 1900 plantaron alemanes en la cuenca del rio Maullín, única salida al mar del gran lago que lleva el mismo nombre. Su población fue forzada a espada y plomo por estos alemanes que sin piedad arrasaban con las comunidades huilliches transformándolas en esclavos de sus “proyectos productivos”. 



El Despertar Durante los años ochenta y noventa muchos pobladores empobrecidos comenzaron a reencontrarse con su historia y a reconocerse como lo que siempre fueron, huilliches. -“Nosotros antiguamente acostumbrábamos a movernos por el territorio, los pescadores artesanales, los recolectores, migrábamos de un lado a otro de la rivera, en los lagos, los ríos o el mar, y esa dependencia que tenemos por el Ngen Ko, nos ha llevado milenariamente a ser parte de él, y luego cuando llega el winka a protegerlo de su ambición, y es en esa situación cultural que mis abuelos llegaron hasta la rivera del río Maullín hace mas de 70 años. Nosotros somos la nación Huilliche y siempre hemos sido migrantes dentro del nuestro territorio, y es aquí donde estamos tratando de recuperar y restablecer nuestra espiritualidad y nuestro contacto con la ñuque mapu, y atendiendo esta situación espiritual y esta necesidad de que tenemos de volver a nuestra cultura, a nuestras raíces y entender el llamado de nuestros ancestros”. 




Defendiendo el río cueste lo que cueste El peñi Luis lleva muchos años realizando una tarea minuciosa de denuncias legales y papelerío en el estado chileno, “quieren timbres (sellos), quieren denuncias en sus fiscalías, quieren papelerío y firmas, pues aquí están”, les contesta cuando se enfrenta cara a cara con alcaldes, gobernadores o quien represente al estado, abriendo varios frentes de lucha. -“Lo único que tiene el latifundista es plata, nos dice el werken, no le importa poner en riesgo la vida del ngem, la flora y fauna que milenariamente habito aquí y que también está protegida por ley, todo esto a la vista de entes corruptos como carabineros, pdi, o la fiscalía de Puerto Varas que solo atina a recibir los reclamos de los que tienen plata, por eso estamos luchando para que el rio no se convierta en propiedad privada de los ricos. Nosotros estamos trabajando hace harto rato, poniendo la cara, yendo a tribunales, activando como sus leyes mandan, pero en la fiscalía atienden al que tiene más plata, pero aquí estamos y aquí estaremos protegiendo el territorio”. 



Todxs podemos acompañar -“En la comunidad lo que necesitamos es una abogado, asesoría jurídica, ya que no es posible tenerla con este sistema. A modo de explicación les digo a todos ustedes que esto, es lo que pasa siempre en este territorio, los tribunales siempre actúan a espalda de los pobres, siempre actúan en concubinancia con los ricos, con los que pueden pagar abogado y tienen contactos, y siempre ejecutan juicio sin que los pobres nos enteremos. Lo mismo hace la corte de apelaciones de puerto Montt que solo recibe a los que tienen abogados, mientras las fiscalías permanecen cerradas para los pobres, es decir que hoy día solo hay justicia para el que puede pagarla, y los pobres terminamos siendo condenados y encarcelados porque nunca se nos escucha. También agradecemos que apañen difundiendo y acompañando las luchas que se dan en nuestro territorio”.
Si queres comunicarte con el werken: www.facebook.com/luisenrique.navarronavarro



La poesía de Roxana Miranda Rupailaf... X Valeria Silva

Roxana Miranda Rupailaf es de San Juan de la Costa, un territorio ancestral entre el pacifico y la ciudad de Osorno. Es poeta, apasionada profesora de literatura, y ponente interprete. Aprovechamos su visita a Furilofche para establecer un pequeño nutramkan sobre sus textos y su vida. “El territorio donde crecí, antiguamente se llamaba Chawrakawuin -nos cuenta Roxana-, y ha sido muy evangelizado. Crecí en una comunidad que se llama Lafken Mapu, donde ya mis abuelos habían perdido la lengua, mi bisabuela aún la hablaba, y es este el inicio del camino que fui recorriendo. Luego, en mi adolescencia comencé el proceso de reencuentro con mi ser y mi conciencia indígena”. La poesía de Roxana está enfocada en lo femenino, en la naturaleza, en el cuerpo. Es motivo de estudios, y su escritura es considerada como parte del erotismo mapuche. Fue traducida a varios idiomas y sus libros se editan en países como Estados Unidos, Perú, México y Chile, en Argentina Ají Ediciones lanzo la versión de su poemario Trewa Ko para Puelmapu.
¿Cómo fueron tus inicios en la escritura y el proceso que has hecho hasta hoy? Yo creo que la escritura comienza en mí desde la infancia, que fue muy solitaria, en una familia disfuncional en la que siempre había discusiones. También hubo un hecho que me marcó y fue un accidente automovilístico que tuvimos con una amiga producto del cual, ella fallece, y pienso que, todo esto me llevo a refugiarme en la escritura. Yo tenía unos doce años cuando una profesorame orientó para que yo escribiera el relato de cómo sucedieron los hechos del accidente y eso lo tenía que leer en público. Pase mucho tiempo encerrada, en shock, y el hecho de escribirlo y sacarlo fue como una forma de sacar ese dolor y ese acercamiento que tuve con la muerte. Después de eso seguí escribiendo y sin ninguna vergüenza de expresar las cosas que siento y pienso. Buena parte de los comienzos de tu escritura se encuentra atravesada por lo que viviste durante tu crecimiento en una familia cruzada por la evangelización, entre textos bíblicos con mujeres que luego resignificaste en tu poesía… Esto deviene de lo que es crecer en un contexto de violencia, la mayoría de las mujeres de mi familia vivieron violencia intrafamiliar, entonces aparte de este cuerpo violentado y de este discurso que reflejaba la violencia que también se veía reflejado en los textos bíblicos, hice mi lectura, construyendo un nuevo discurso. Tomé la historia de estas mujeres bíblicas qué no tenían nombre, dónde eran apedreadas, violentadas y las resignifique a través de la escritura con lo que me pasaba a mí, con mi experiencia personal. 

Cómo fue tu descubrimiento hacia el mundo mapuche… Yo crecí en un contexto en que la educación formal negaba lo indígena, donde mis compañeros, producto de la discriminación, negaban ser mapuche, fue a partir de la naturaleza, de establecer contacto con mi entorno que fue llegando esto. Visitando el bosque y observando lo que me rodeaba, por eso, yo creo, que el libro “Las tentaciones de Eva” construye un paraíso indígena, a través, de ese entorno, más autóctono, donde la Eva puede ser cualquier mujer que habita ahí. 

¿Cuándo fue tu primera publicación? ¿Cuándo te diste cuenta de lo que eras? A mí siempre me dijeron poeta, era mi apodo de la básica y de la escuela secundaria, participaba en todos los actos. Luego, ya en la universidad para un acto de bienvenida, preguntaron quién escribía y no faltó el que me conocía y terminé en el escenario. En esa oportunidad conocí al profesor y poeta Sergio Mansilla, quién habló conmigo para que sea su ayudante, y me instó para que comience a publicar. Durante un verano, me dejó cuidando su casa, y la tarea de armar un libro, le hice caso. De ahí, postulé el poemario a un concurso donde se premiaba con la publicación de la obra, y lo gané. 

Hoy con el tiempo y la distancia, sos reconocida como una poeta huilliche que ha trascendido los espacios del territorio y has ganado un espacio entre tus pares de respeto, como fue ese proceso… En mi primer año deUniversidad, me correspondió estudiar poesía mapuche y, en ese contexto, leí autores que me gustaron mucho como Lienlaf, Chihuailaf y Huenun. Luego, me fui a una beca por un año a Alemania, y como no había redes sociales no había tomado noción del material que estaba siendo editado. Me habían publicado el libro del concurso “Luis Oyarzún”, también me habían seleccionado para la antología de 20 poetas mapuche contemporáneos, editada por Jaime Huenún. Varios escritores y poetas escribieron sobre mi obra, entonces, al regreso del viaje me empezaron a invitar a encuentros y lecturas, y en ese marco comencé a conocer a las y los distintos poetas mapuche. Igual era extraño, porquemi poesía habla del cuerpo, de la sensualidad, la sexualidad, la violencia, la naturaleza, a excepción de “shumpall”, no toca temas explícitamente mapuche, entonces cuando yo iba a las lecturas era como la diferente. No se entendió tan rápido, al principio no fue fácil porque todas las preguntas eran dirigidas a cuestionar mi identidad, hoy en día ya esto no pasa. 

Entre tus actividades también está la de compartir conocimiento, das talleres y sos profesora, cómo es esa experiencia… Me gusta mucho la pedagogía, yo soy profesora y siempre me preguntan, qué porque no me cambio de trabajo, qué porqué no me dedico sólo a la literatura, y la verdad es que a mí me gusta dar clases, algo que quizá no es tan común entre los profesores, me gusta este desafío de enseñar y compartir e interiorizarme para que el conocimiento sea a través de un aprendizaje que les signifique algo en sus vidas. 

¿Cómo te ves vos hoy en este contexto en el que los feminismos, incluso dentro del pueblo mapuche vienen a cuestionarnos hacia adentro de nuestro pueblo ciertas prácticas patriarcales y hasta qué punto te sentís parte o no de los feminismos, como te encontras en medio de este contexto? Como estudiante lo vi inicialmente como una teoría y dentro de eso no me hacía el sentido que me hace hoy ir a una marcha, participar con otras ñañas o mujeres que no son mapuches. Hoy, se activa desde lo social y para mí pasó de ser una teoría a ser una acción, dentro de eso me siento bastante representada y siento que hoy en día se perdió el miedo que había antes, por ejemplo, hasta el día de hoy, mi abuelita no cuenta cosas, por “respeto”. Ahora ya no es tan así, hay un diálogo más abierto, sobre lo qué nos sucede como mujeres, y ese cambio me emociona porque el cambio parte por el contar, por el dialogar. 

Contanos sobre tu Trewa Ko que ha sido editado este año por Ají Ediciones para Puelmapu… “Trewa ko” es un libro que explora, las aguas, que rodean las islas y está compuesto por tres islas que para mí simbolizan mucho. El primer capítulo se relaciona con mi habitar en la localidad de Niebla y la relaciono con una de mis lecturas favoritas que es “La Odisea”. El segundo capítulo, tiene que ver con Cuba y con el estar, andar en una isla ajena. El tercero es, más bien, una reflexión sobre el territorio indígena y en cómo las islas han sido también paraísos y prisiones, campos de exterminio. El título significa perro de agua, y es porque el libro, se llamaba aguas perras, al traducirlo, salió esta palabra que es “Trewa ko”, lo cual, me encantó porque Trewako es un ser mitológico de Chilwe que aparece en los pantanos, por ahí, encuentro que se relaciona con el Shumpall, mi anterior libro. Luego, en Concepción me contaron, que trewako, es también un sapito pequeño, cuyo sonido, es similar al del perro. Siento que todas estas imágenes de alguna u otra forma, también se relacionan con el libro.

Plantarse en Vaca Muerta

Es una cálida tarde en Centenario, ciudad ubicada en el valle de Neuquén. La huerta comunitaria del hospital es el punto de encuentro de una veintena de huerterxs de distintos proyectos de la zona, que se juntan para escuchar las enseñanzas de Alicia Mannucci, una ingeniera agrónoma devenida a maestra, que recorre el territorio compartiendo sus conocimientos sobre las plantas y la vida en la estepa patagónica.

Alicia es también amante de la astrología, que fusiona con las cotidianidades de la agroecológica que practica, “me dedico a observar y tratar de descubrir el mensaje que hay atrás de cada vegetal. He andado muchos caminos. La vida me ha llevado a dejar la profesión tan productivista de mis primeros años para poder venir acá a la patagonia y dedicarme a investigar, explorar y abrazar a las plantas de la región” nos comenta Alicia en un dialogo lleno de sonrisas y experiencias. 


La Huerta del hospital de Centenario funciona hace casi una década, autogestionada por un grupo de profesionales y vecinos que logran este osasis en medio de la barda neuquina. Allí se puede aprender y poner en práctica, también cocinar, charlar largo y reírse, ya que en esta huerta el buen humor es un eje. También se realizan actividades como la de hoy donde se reúnen amantes de las plantas de distintas huertas de la zona a escuchar a Alicia.

¿Cuáles son las plantas que si o si deberíamos tener en nuestras casas aquí en la estepa? Las plantas que considero que deberíamos tener en la casa, acá en el territorio de la norpatagonia creo que son primero las plantas de las que podemos traer sus semillas de la barda, pienso en la zampa, en el vinagrillo, alpataco, todas plantas que se propagan por semilla y podrían por ejemplo estar haciendo nuestros cercos, ya que todas crecen en nuestro lugar y tienen resistencia a los avatares de la vida. Otras que también deberíamos tener son las que llamamos aromáticas, que se usan como condimento por su sabor fuerte, pero que también nos dan calor al cuerpo, como puede ser el romero, la salvia, la lavanda y la ruda, son un cuarteto protector que no deberían faltar, son energéticas, están cuidando, aromatizando y creando los ambientes de la casa. Otra planta muy sanadora, que crece fácil y cualquiera puede tenerla en una maseta, en la huerta o en la vereda es el llantén y su primo hermano siete venas, porque son plantas que nos curan, nos calman, son cicatrizantes y aliviantes en momentos de crisis, son plantas que se han afincado entre nosotros y nos acompañan. Estas plantas que te nombre funcionan como islas verdes de protección.


Vivimos en un territorio conocido como la estepa, cruzado por imponentes ríos y tremendas montañas, ¿que nos podrías decir sobre la fuerza de la estepa? Las fuerzas de la estepa son fuerzas que evocan tiempos milenarios desde el origen de la tierra, la meseta patagónica es una de las construcciones geológicas más antiguas, por lo que está hablando de tiempos inmemoriales, es una fuerza que irrumpe, que arrolla, que habla del origen de la tierra, no se puede comprender con la mente. Me hace pensar también en la fuerza arrolladora que tiene el momento del nacimiento cuando el niño sale del lugar cómodo y por un impulso interno rompe irrumpe y pega ese grito primal y es un avance y un salto a lo desconocido, yo siento que la fuerza de la estepa es eso, es una fuerza indómita original, que nos impulsa a avanzar hacia la libertad, como la del niño que está naciendo. Sabemos también, que la tierra de la estepa es arena antigua , donde abunda el silicio, mineral que cumple la función sagrada de atraer la luz del sol y de todo el cosmos hacia nosotros. Imposible dejar de mirar esta región. Es pura luz!





Habitamos una tierra donde esta puesto el ojo del capitalismo, donde los gobiernos venden futuro en base al extractivismo y destrucción, ¿Cómo sobrevivir y resistir en el corazón del proyecto vaca muerta? En principio te diría que no iría al corazón sino a la piel de vaca muerta con los proyectos permaculturales, que serian como un opuesto complementario a esta, opuesto y complementario porque somos parte de la vida y vaca muerta también es parte de este mundo y la coexistencia es un hecho real.. Lo permacultural lleva a una vida más sana y lleva a una vida más permanente para el ser humano y este planeta. Yo iría de la piel al hígado y, a la mente de vaca muerta y por ahí sembraría las intenciones agroecológicas . Alrededor,  como haciendo un gran cerco de ideas y llegando a las mentes, a las manos, los pies y la piel de los que trabajan y viven de vaca muerta, entendiendo que es algo que va a terminar sucumbiendo si lo podemos cercar. Yo haría una siembra perimetral de pequeños proyectos  muy fortalecidos y plantados en su verdad desde lo más pequeño a lo más grande que se pueda, y haciendo luego la unión de todos estos proyectos como si fueran nodos de una nueva red vinculada, y ahí está la energía, en la vinculación de todos estos proyectos, no sería un proyecto, serian miles de proyectos como cantidad de habitantes. Cada uno de nosotros podría estar perteneciendo a un proyecto cultural en distintos lugares, que inicialmente seria invisible pero que inevitablemente saldría a la luz. La unión hace a la fuerza dicen ¿no?.

Nos hablas de un territorio muy antiguo, de una meseta milenaria, ¿cómo llegas a contactarte con la ancestralidad mapuche en el valle?. Se fue dando paulatinamente, cuando empecé a trabajar en los barrios marginales después del la crisis del 2001. Ahí me empiezo a conectar y andar con la gente a través de la creación de huertas para poder alimentar a las familias, fue un movimiento muy fuerte, y como toda crisis trae un cambio, apertura y para mi ese cambio fue salir de la coyuntura de productores, pequeños productores, colonos y pioneros trabajando en las chacras para ir al corazón de los barrios y ahí encontrar una riqueza de mujeres jóvenes, mujeres viejas, mujeres de andar la tierra, y ahí en sus casas en el barrio fui descubriendo un nuevo mundo. Ellas hablaban de una tradición que no es la que estaban desarrollando en su cotidiano, y al preguntarles de donde sabían cultivar, o los beneficios de algunas plantas, o las ceremonias que hacían para cortar una hojita de jarilla, y a través de ellas empecé a escuchar una voz de la tierra, muy lentamente, muy en familia, con ellas, eran círculos de mujeres rodeadas de niños en donde se empezaba a desplegar una verdad y yo era una más, y trataba de aprender y de compartir lo que yo traía de mis abuelos italianos. Y encontré acá en esas mujeres en los barrios la punta del ovillo de lo que después fue ir a la cordillera a Pehuenia, ahí conocí a Rosalía y tantas otras mujeres y familias grandiosas que guardan muy celosamente sus conocimientos. Creo que he vivido varias vidas en este lugar.


Como el taller que das en la huerta de Centenario, recorres la región enseñando y acompañando proyectos agroecologicos, ¿de qué se tratan? Los talleres que hago tienen que ver con preparados naturales, sanadores, con tinturas, cremas, ungüentos, aceites, todos hechos con recetas ancestrales, también recogidas en el andar y que sirven para la salud humana, de las mascotas, animales de granja y las plantas. Voy tomando recetas muy antiguas de la biodinámica de hace 200 años, también de los libros de Paracelso del año 1500, de la red jarilla que le tengo tanto cariño y respeto a Adriana Marcus y esa bella gente que la conforma, de Sara Itkin, gran amiga y compañera de camino y tantas otras mujeres y hombres que van generosamente compartiendo sus recetas en los talleres. Los mismos son interactivos, son de comunión, cada uno trae sus yuyos y vamos cocinando, picando, machacando con piedra, y mientras vamos dinamizando un agua, energizando, colando y de ahí van saliendo recetas. También sigo enseñando a cultivar, hago talleres de compostaje, como hacer un abono orgánico, como transformar la materia orgánica en energía vital para el suelo, como propagar las plantas, conservar las aromáticas, el calendario solar y lunar, todo tiene que ver con el respeto hacia las plantas, tomar de ellas lo mejor y entregarles nuestra energía y poner manos a la obra en esto de cultivar la amistad con la madre tierra. 



Palabras del Lonko Mauro Millán

Marimari pu peñi ka pu lamuen
Marimari papayengun chachayengun
Marimari pu weny ka pu kompañ.

Chalian mapuzungun mew, inche ta Mauro Millan ñi pingen, inche ta lonko, pillan mawiza ñi lof che. Kiñeke zungu epian……
Es verdad. El estado argentino tiene un conflicto con el pueblo Mapuche, porque acumuló demasiadas deudas desde el momento que, de manera unilateral, decidió invadir nuestro territorio ¿O qué esperaban? ¿Que el despojo de nuestras vidas sería perpetuo? ¿Que nos olvidaríamos de quiénes somos? ¿Que no nos preguntaríamos qué fue lo que realmente sucedió?
Los winkas, en forma de estado chileno y argentino, nos invadieron y ocuparon nuestro territorio. Violaron, asesinaron, mutilaron. Nos confinaron a campos de concentración. Cambiaron el relato de la historia: el usurpado pasó a ser usurpador. Y todavía pretenden que no busquemos justicia, que seamos buenos indios, mansos, humildes, respetuoso de la ley y que estemos bien domesticados. Así podemos seguir siendo mano de obra barata; quienes levantan las casas, limpian los inodoros o recorren los miles de kilómetros del perímetro de los latifundios cuidando esas miles de ovejas. Lamento informar, señoritos y señoritas de la blanca alcurnia argentina, que eso poco a poco dejará de suceder.
Podría llevarme muchas palabras tratar de explicar lo que significa tomar conciencia de quién es uno y quienes somos todos, pero lo voy expresar en un solo concepto: Kimun (Saber mapuche, sabiduría ancestral, conocimiento). El Kimun no lo podés descubrir en Wikipedia, ni en las instancias educativas que ofrece este monocultural estado. El Kimun está en la memoria, en la resistencia de mi gente; no es exclusividad de lo rural, también está en la ciudades, en los barrios, en las villas, en cada rincón de la geografía de este territorio que fue testigo de la verdad de lo que aconteció. Sin embargo, esta sociedad sigue alimentándose con la verdad corrupta de lo diarios, de la tele, de la radio, de los medios que reproducen mercenariamente un relato que nos juzga y sentencia de manera exprés. Casi tan rápido como los hacen los racistas del sistema judicial.
Esta recuperación del saber mapuche hoy nos permite actuar cuando vemos que un peñi o una lamuen tiene un destino como machi, lonko, weupife u otro rol como autoridad ancestral. Ya no acudimos a un psicólogo para que atienda la “locura”, ya no vamos con el cura o con el pastor evangélico para que nos saque el demonio a palos… Sí, hacíamos todo eso, por ignorar nuestra propia cultura. Hoy nacen pu machi, nacen pu lonko, nuestras autoridades, para orientar el destino de nuestro pueblo y no para adornar alguna política de control estatal. Nacen por una necesidad, nacen mostrando el antagonismo entre como vemos el mundo los mapuche y como lo ve la sociedad winka. Sociedad que mira desde la verticalidad del macho capitalista blanco judeo cristiano. Desde esa cúspide de la pirámide se sirve de todo y de todos. Nadie dice nada si llega un magnate de estas características e invade, tala bosque, contamina y alambra lagos, ríos, cerros. Ningún vecino se queja, está todo bien… hipocresía de los sumisos.
Como Lonko mapuche, reivindico conmovido la lucha del lof winkul lafken mapu, celebro la inquebrantable decisión de defender ese espacio y reivindico la orientación de la joven Machi Betiana.
Y solo les digo:
a ese puñado de desquiciados que piden desalojar, que este proceso ya no se detendrá.
al estado y sus eventuales dirigentes, que deberán dar unas cuantas roscas más a sus obsoleta forma de plantear el diálogo. Un diálogo político de profundo reconocimiento, y no uno en el cual seamos estigmatizados como solo un problema de seguridad nacional.
Mientras sentencien a nuestro territorio a la explotación extractivista de cualquier índole, mientras haya presos políticos mapuche y hasta que no veamos encarcelados a los autores intelectuales y materiales que asesinaron al peñiyem Rafael Nahuel y a quienes desaparecieron y asesinaron a Santiago Maldonado, jamás vamos a sentir que un llamado de diálogo esté siendo honesto en sus intenciones de avanzar en una discusión política y de derechos.
Por territorio, justicia y libertad¡¡ marici weu¡

Mauro Millán, Lonko lof pillan Mawiza puelmapu.
29 de mayo de 2020 Puelmapu, Wallmapu.