LA CASITA




EL MIERCOLES 1 DE DICIEMBRE INAGURAMOS LA CASITA AJI, EL ESPACIO PARA EL ARTE, LA DISCUSION Y LA CREATIVIDAD EN TODAS SUS EXPRECIONES, UN CENTRO CULTURAL, GALERIA, TIENDA DE DISEÑO, LUGAR DE ENCUENTRO.
"LA CASITA AJI" FAGNEANO 428 RIO GRANDE TIERRA DEL FUEGO
DIFUSION ES LUCHA!
facebook: Casita Aji
VENITEEEEEEEEEEEEEEEEEE!

¿Derechos humanos?


El diaguita Javier Chocobar fue asesinado en Tucumán el 12 de octubre de 2009. Sandra Juárez, campesina santiagueña, murió el 13 de marzo de 2010 cuando enfrentaba una topadora. El qom Roberto López fue asesinado el 23 de noviembre cuando la policía de Formosa reprimió un corte de ruta donde se reclamaba por tierras ancestrales. El gobernador Gildo Insfrán es aliado incondicional del Gobierno Nacional. Quizá por eso ningún funcionario del Gobierno cuestionó la represión al pueblo originario. Al contrario: el jueves al mediodía la presidenta Cristina Fernández de Kirchner compartió una videoconferencia con Insfrán, transmitida en directo por Canal 7. Abundaron las sonrisas y felicitaciones por la inauguración de una obra eléctrica. Ninguna mención hubo sobre el asesinato. En ese mismo momento, en la comunidad indígena se daba sepultura a Roberto López y el discurso gubernamental de defensa de los derechos humanos entraba, quizá como nunca antes, en el mundo de la hipocresía.

“Este Gobierno no reprime la protesta social”. Lo dijo el ex presidente Néstor Kirchner infinidad de veces. Lo repitió (y repite) la Presidenta, ministros, legisladores. Siempre fue una afirmación cuestionada por sectores sociales de izquierda y siempre fue, también, la bandera de los intelectuales orgánicos del kirchnerismo. Ningún intelectual o periodista que apoya este Gobierno denunció el asesinato y la directa vinculación del gobierno nacional. Algunos, los menos, llegaron hasta Insfrán. Pero no a la responsabilidad de la Casa de Gobierno.

Gildo Insfrán fue vicegobernador de Formosa entre 1987 y 1995. Ese último año asumió la gobernación, cargo que mantiene hasta la actualidad. Veintitrés años en el poder provincial. Nada que envidiar a los gordos sindicales. Insfrán apoyó a Menen, a Rodríguez Saa y a Duhalde. Y fue de los primeros gobernadores en respaldar a Néstor Kirchner. Sobrevinieron siete años de apoyos mutuos.

Dentro de los espacios indígenas de Argentina, Formosa es vista como uno de los paradigmas de la represión y hostigamiento permanente. Desde hace décadas las comunidades y organizaciones sociales denuncian el régimen, que muy poca difusión tiene en los medios de tirada nacional. “Exigimos respeto” es el título de la investigación de Amnistía Internacional sobre la situación de los pueblos originarios de Formosa, donde describe la violación sistemática de derechos humanos, el despojo de territorios ancestrales, la pobreza estructural y un aparato político-estatal que margina y coacciona a los pueblos indígenas. Durante dos años Amnistía trabajó junto a comunidades originarias de la provincia y comprobó la violación de derechos constitucionales, omisiones del derecho internacional, maltrato y discriminación institucional, y coacciones propias de la dictadura militar: seguimientos policiales intimidatorios, amenazas anónimas y secuestro de personas. “El gobierno provincial no sólo ha contribuido a la violación de derechos, sino también a reforzar la situación histórica de discriminación, exclusión y pobreza de las comunidades indígenas”, afirma Amnistía.

La Jefatura de Gabinete, el Ministerio de Justicia, el Ministerio del Interior y el Instituto Nacional de Asuntos Indígenas (dependiente de Desarrollo Social) recibieron la investigación de Amnistía. Nada hicieron.

En abril de 2009, y durante un prolongado corte de ruta, indígenas del Pueblo Wichi también murieron en la ruta formoseña. María Cristina López, de 22 años, y Mario García, de 48. Ambos pedían lo mismo que la Comunidad La Primavera, respeto a sus derechos (consagrados por frondosa legislación nacional e internacional) y, sobre todo, exigían territorio. Murieron de mezcla de hambre, frío y enfermedades curables en centros urbanos. Los medios nacionales no dieron cuenta de esas muertes. Muchos menos el gobierno nacional.

Cuando se trata de pueblos indígenas se ejercita un doble estándar: los derechos humanos son para sectores urbanos, medios y, en lo posible, blancos. Esa discriminación la denuncian desde hace años los pueblos originarios, pero tuvieron que contar con una “voz autorizada” para amplificar su pesar: “El genocidio indígena está invisibilizado por una cuestión de clase social y de etnia”, afirmó en 2008 el juez de la Corte Suprema de Justicia Raúl Eugenio Zaffaroni. Y retrucó: “En la última dictadura militar se avanzó sobre un sector de clase media activo en política, inclusive con un segmento universitario. Por ello se lo reconoció fácilmente como genocidio. Todo depende del sector social que sufre la represión y de su capacidad para hacerse oír en público”.

Chocobar, Juárez y López, sólo tres de una larga lista, no eran clase media urbana. Sus muertes no cuentan (para muchos sectores) como violación a los derechos humanos.

Luego del asesinato de Mariano Ferreyra, oficialismo y oposición se tiraron culpas sobre quién cargaría con la muerte y el costo político. La clase política y la corporación periodística tiraron pescado podrido según su conveniencia. Todos querían despegarse de José Pedraza. Luego de la represión formoseña nadie del oficialismo necesitó esbozar una diferencia. Asumen, y actúan en consecuencia, que el kirchnerismo es Insfrán, que Insfrán es el kirchnerismo. Y que el costo político y social del asesinato indígena no se asemeja a otras muertes. Un indígena no es comparable, creen, con María Soledad Morales, Carlos Fuentealba, Darío y Maxi. Un asesinato indígena pareciera no tener costos políticos.

Sin embargo, la complicidad de Cristina Fernández de Kirchner con Gildo Insfrán no es la mayor responsabilidad con la que debe cargar el kirchnerismo. Las causas profundas de la represión a los pueblos originarios y las comunidades campesinas es el modelo extractivo: monocultivo de soja, minería a gran escala, monocultivo de árboles, agrocombustibles y el avance de la frontera petrolera son políticas de Estado. El menemismo creó la ingeniería legal para esas industrias, y el kirchnerismo es la continuidad y profundización de ese modelo extractivo.

Sólo dos ejemplos concretos: el monocultivo de soja y la minería nunca antes crecieron tanto como en estos últimos siete años. Nunca antes se usaron tantos agroquímicos, se desmontó y se explotó recursos naturales como en la última década. Y el avance de estas industrias implica el avasallamiento de las poblaciones rurales pobres, con la violación de derechos humanos a cuesta.

En Argentina, y también en el continente, el modelo extractivo avanza y se fortalece con el apoyo de los gobiernos provinciales y nacional.

Los pueblos indígenas y campesinos tienen múltiples diferencias, pero una gran coincidencia: la necesidad del territorio, y el convencimiento para defenderlo. La conflictividad rural es una consecuencia lógica, y la represión es la respuesta estatal y privada a esa resistencia.

Salta, Misiones, Santiago del Estero y Chaco no tienen mucho que envidiar a Formosa en cuanto al tratamiento represivo de campesinos e indígenas. Todas provincias alineadas con el gobierno nacional. Al igual que San Juan y La Rioja, donde la represión recae sobre asambleas socioambientales que rechazan la minería. La oposición también hace lo suyo: Neuquén, Río Negro y Chubut siguen el ejemplo represivo de Formosa y tampoco merecen la crítica de la Presidenta.

La muerte de Néstor Kirchner fue el hecho que motivó a intelectuales y periodistas para repasar y remarcar las justas medidas que el Gobierno tomó en favor del pueblo.

El asesinato de Roberto López, originario del Pueblo Qom, debiera ser (al menos para quiénes dicen estar del lado del pueblo) el momento justo para denunciar la violación de derechos humanos y, sobre todo, la complicidad política que ocasiona esos asesinatos.

Optar por el silencio es muy parecido a decir que los pueblos originarios “algo habrán hecho”.

Darío Aranda

27 de noviembre de 2010.

Repudio de las Madres de Plaza de Mayo a la represion en Formosa


La Asociación Madres de Plaza de Mayo repudia la violenta represión de policías y civiles armados contra la comunidad qom navogoh La Primavera, en Laguna Blanca, Formosa, que implicó el asesinato de Roberto López y Sixto Gómez, además de varios heridos que permanecen internados en grave estado.
Estos compañeros tobas permanecían, desde hace cuatro meses, a la vera de la ruta 86 en reclamo de la tenencia de 600 hectáreas que les corresponden por derecho ancestral.

Las Madres denunciamos al gobernador formoseño, Gildo Insfrán, como responsable de los asesinatos y del brutal desalojo. No es la primera vez que ante el reclamo de los pueblos originarios la respuesta del Gobernador es el envío de la Policía provincial con la orden de reprimirlos. Repudiamos, condenamos y execramos la conducta de Insfrán y sus funcionarios y nos solidarizamos con nuestros hermanos tobas.

Reclamamos la libertad de compañeros y compañeras que aún están detenidos tras el desalojo y exigimos juicio y castigo a los responsables materiales e intelectuales de estos cobardes crímenes.

¡El pañuelo blanco lucha junto a los tobas por sus derechos!



Hebe de Bonafini

Presidenta de la Asociación

Madres de Plaza de Mayo

Agencia Latina de Noticias

DECOLONIZAR NUESTROS CUERPOS


NO HAY NADA MAS PARECIDO A UN MACHISTA DE DERECHA
QUE UN MACHISTA DE IZQUIERDA
Nunca nos sorprendió la doble moral de la derecha de penalizar el aborto y de haber usado esa causa fundamental para las mujeres de la sociedad boliviana como una simple cortina de humo sobre sus políticas. En aquella ocasión grafiteamos: “si goni tuviera útero, el aborto serìa capitalizado y privatizado”. Han pasado más de 15 años de aquel tiempo llamado “neoliberal”, vivimos un supuesto proceso de cambio impulsado por el gobierno de Evo Morales, pero estas cuestiones relacionadas con la condición de las mujeres como sujetos parecen a históricas. Parecen ser parte de un círculo vicioso absurdo donde los argumentos solo se repiten. La Asamblea Plurinacional ni siquiera ha agendado el tema, las declaraciones de varios asambleístas del movimiento al socialismo son las mismas que las emitidas por los hombres de la derecha y la iglesia y nos vemos obligadas a grafitear como si el tiempo no hubiera transcurrido: “si evo se embarazara, el aborto seria nacionalizado y constitucionalizado”.
La penalización del aborto de ninguna manera frena el aborto, sino que únicamente facilita un doble discurso hipócrita respecto del aborto por parte del estado, la iglesia y la sociedad en su conjunto. Las mujeres bolivianas abortamos con o sin penalización. La diferencia es que en condiciones de penalización las mujeres que cuentan con 400 dólares pueden gozar de un aborto seguro que no atenta contra la seguridad de sus vidas y que no será en condiciones de intimidación. Penalizar el aborto es condenar a las mujeres más jóvenes, a las mujeres más pobres y especialmente a las mujeres indígenas a buscar desesperadas un aborto que no es seguro. Un aborto expuesto a infecciones, hemorragias y en muchas casos inclusive violaciones por parte del abortero que se permite hacer firmar documentos donde deslinda toda responsabilidad. Aborteros de la Buenos Aires o el Cementerio que se permiten cínicamente emitir un discurso culpabilizador de la mujer que quiere abortar justamente para que ella suba a la camilla en condiciones de stress y autoculpabilizacion. Penalizar el aborto es manifestar el desprecio por la vida de esas mujeres jóvenes, pobres e indígenas.
YO ABORTE PARA EVO: FIRMA COCALERA DEL CHAPARE
Es inaceptable que organizaciones de mujeres como la Federación de Mujeres Cocaleras o la Federación de Mujeres campesinas Bartolina Sisa no defiendan el derecho al aborto. Ellas ven y han visto abortar a sus propias compañeras inducidas por dirigentes que acosan sexualmente a las mujeres jóvenes que se incorporan a las organizaciones sociales. Por eso hemos grafietado: “yo aborte para Evo, firma: Cocalera del Chapare” en las paredes del Museo Nacional de Arte en plena Plaza Murillo. Ese graffiti no va dirigido al presidente, sino a la actitud de socapamiento del machismo en la que han caído los movimientos sociales de mujeres que acompañan este proceso gubernamental.
NO SE PUEDE DESCOLONIZAR SIN DESPATRIARCALIZAR
Además de los contundentes argumentos sobre el valor de la vida de las mujeres, están también los argumentos directamente políticos que tienen que ver con el supuesto tiempo de descolonización que vivimos. La penalización del aborto es una forma de colonización del cuerpo de las mujeres por parte del estado patriarcal. La maternidad como imposición y como mandato cultural tiránico de reproducción es una forma de sometimiento inaceptable venga del capitalismo, del socialismo o venga de la comunidad indígena.
Es doblemente grave y contradictorio que un gobierno cuya bandera fundamental es la descolonización pretenda entender este concepto político dentro los límites de los intereses masculinos de ejercicio de poder patriarcal.
Despenalizar el aborto es descolonizar nuestros cuerpos y restituir para las mujeres el derecho de decidir. Despenalizar el aborto es convertir la maternidad en una elección libre y soberana y no en un mandato cultural de reproducción. Es abrir la posibilidad para que las mujeres podamos poner condiciones para vivir una maternidad que garantice para los niños y las niñas que el Estado y el padre asuman la responsabilidad que les corresponde. Si no hay espacio ni para discutir, ni para revisar estas cuestiones básicas, entonces ¿de qué proceso de descolonización nos están hablando?

Maria Galindo
Mujeres Creando
www.mujerescreando.org

LA IDENTIDAD EN DEBATE


Este fin de semana las calles porteñas adquirieron los colores de la diversidad, junto a la música, los desfiles y el baile de la Marcha del Orgullo Lésbico, Gay, Travesti, Transexual número 18, a pocos meses de haberse promulgado la ley de Matrimonio Igualitario, pero ¿qué hay detrás de la fiesta y la alegría de esta conmemoración anual? ¿Cuáles son las batallas pendientes? Un día antes de la marcha y en el marco de un intenso y lúcido debate sobre el proyecto de Ley de Identidad de Género, lavaca dialogó con tres referentes del movimiento travesti y trans. Las voces de Lohana Berkins, Marlene Wayar y Diana Sacayán reflejan el pensamiento de una comunidad que hoy se plantea dar batalla política y pública por sus derechos sin negociar sus prioridades. El Estado, los derechos humanos, la identidad y la exclusión son parte de los temas que analizan en esta charla.

La mala vida

La hostilidad, la violencia, la marginación, esos dolores profundos se cuelan en cada frase. Diana Sacayan, del Movimiento Antidiscriminatorio de Liberación (MAL), resume: “La población travesti tiene un promedio de vida de 32 años y otros alarmantes datos como, por ejemplo, que el 95 por ciento vive en prostitución, el 64 por ciento no terminó sus estudios primarios, el 84 por ciento no llegó a la secundaria y solo el tres por ciento tiene estudios terciarios realizados”.

Marlene Wayar, de la organización Futuro Transgenérico, suma otro aspecto: “la prostitución es propicia para que crezcan muchos pensamientos y acciones que reproducen lo que el sistema está proponiendo: la individualidad. Que nos nos juntemos, que no nos organicemos, que consideremos a la otra que se nos para al lado como nuestra enemiga”.

Lohana Berkins, de Asociación de Lucha por la Identidad Travesti (ALIT), aporta su mirada política: “Tenemos que aprovechar la coyuntura política actual para debatir nuestros derechos, pero con dignidad. Porque un cambio en el documento no va a cambiar nuestras vidas, sería una ingenuidad pensar eso. La exclusión, la cana, las muertas, la sangre derramada de nuestras compañeras no pueden hacernos caer en el mero oportunismo”.

¿Cuáles son las batallas pendientes para el movimiento después de la Ley de Matrimonio Igualitario?

Diana Sacayán: En realidad, nosotras no fuimos contempladas por la Ley de Matrimonio Igualitario. Sí reconocemos que fue un paso importantísimo en cuanto al acceso a los derechos civiles, pero entendemos que la Ley de Indentidad de Género representa otra cosa. Estamos hablando de derechos humanos, de poder legislar para una población que se encuentra, en términos estadísticos, en situación alarmante y que esa situación es consecuencia de la exclusión sistemática de toda la institucionalidad. Siempre hemos estado al margen del Estado, salvo cuando nos encarcelan o reprimen. Recién ahora eso va cambiando. La puesta en marcha de la cooperativa Nadia Echazú (Primera Escuela Cooperativa Textil para Travestis y transexuales) es un ejemplo de ese cambio, por el que trabajaron muchísimo compañeras como Lohana Berkins. El intento nuestro de poder hacer una réplica en el rubro de la gastronomía con las compañeras de La Matanza es una consecuencia de ese paso que ellas dieron. Estamos en etapa inicial, y aunque todavía ni siquiera tenemos un lugar físico donde comenzar nuestras tareas como cooperativa, sabemos que ya no es lo mismo que hace un tiempo atrás: podemos al menos pensar que, con mucho esfuerzo, saldrá. Reconocemos que se ha avanzado y, en ese sentido, leemos el momento político en que vivimos. En ese contexto debe leerse también la aprobación de la ley de Matrimonio Igualitario. Pero nosotras a la hora del debate que nos abre el proyecto de Identidad de Género nos posicionamos desde un lugar distinto. A nosotras nos atraviesa la pobreza, la exclusión extrema. Vivir en la prostitución.. Sufrir los crímenes de odio.

Marlene: Al movimiento me parece que le queda una batalla crucial que es el tema de complejizar la situación de prostitución, situación que es absolutamente destructiva para las subjetividades: no nos deja pensar ni organizar. Necesitamos paz, en el sentido amplio y totalizante del término. Una paz imprescindible para sentarnos a dialogar, a compartir las herramientas de la acción política, a ser concientes de que somos sujetos políticos y poder compartir esas herramientas, a hacer talleres donde podamos producir conocimiento en conjunto, donde se empiecen a borrar las individualidades de las referentes y donde pueda empezar a crecer un pensamiento colectivo.

¿Están gestando ese espacio de construcción?

Marlene: Se viene gestando desde los microespacios, desde las asociaciones de travestis, desde las que tienen mayor trayectoria. Todavía no tenemos una estructura económica que nos posibilite desde sustentar nuestras vidas dignamente hasta ir a tallerear. Ahora, por suerte, con la experiencia de El Teje yo sí estoy yendo mucho a las provincias. Me invitan a espacios académicos o activistas y la constante es que hablo para públicos heterogéneos donde la presencia de lo travesti es la excepción. Entonces me voy a la noche, a la calle, al boliche, donde pueda encontrar a algunas compañeras. Es algo que por ahora depende mucho de mi ánimo y energías. Y eso solo no alcanza. Es algo que debería estar potenciado de manera organizada, estratégica y por supuesto, económica. Pero también, de una voluntad del Estado, de las instituciones, de gestar una estrategia en políticas públicas que posibilite organizarnos.

¿Qué representa para ustedes el proyecto sobre Identidad de Género?

Lohana: Cuando nos enteramos que había un proyecto sobre Identidad de Género comenzamos a reunirnos con algunas compañeras y a debatir fuertemente. Porque cuando las travas discutimos, discutimos fuerte: no hay medias tintas. Ahí empezamos a preguntarnos si plateábamos nuestras críticas o hacíamos nuestro propio proyecto. En ese camino nos encontramos también con la CHA (Comunidad Homosexual Argentina) y, entre todas y todos, sistematizamos nuestras preocupaciones. En primer lugar, no partir de una idea patologizante: no vamos a prestarnos a aparecer como enfermas que mendigan un derecho. Vamos a exigirlo desde una concepción de derechos humanos. En segundo lugar, no vamos a debatir nuestra identidad con la Iglesia o con cualquier otra institución que nos mira como al demonio mismo. Tampoco vamos a discutir con la corporación médica. Ese discursito de que soy chicha, pero envasada en una botella de Navarro Correa no va. Adentro mío no hay otra persona, no tenemos un cuerpo equivocado, porque ¿cuál sería el cuerpo correcto? Vamos a debatir solo con las instituciones democráticas. Vamos a hablar de derechos. Otro debate interesante fue el que plantearon las compañeras Marlene y Diana, cuando me preguntaron ¿qué va a pasar cuando te den el documento que diga que sos Lohana Berkins, mujer? ¿Qué va a pasar con todos estos años de construcción de identidad travesti? Y ahí me rompieron la cabeza. Entonces, el desafío es cómo relacionarnos con un Estado que sólo concibe la binaridad de sexos -hombre o mujer-, cómo negociamos y hasta dónde, para que no se pierda nuestra propia identidad. Porque si bien el documento tal como está ahora representa para nuestra identidad una violencia, no significa que otro que nos identifique de otra manera deje de serlo. A partir de un cambio en nuestro documento, ¿seremos dignas para este Estado del plan Maternidad o Jefa de hogar?, por poner un ejemplo bien concreto. ¿Nos van a dar trabajo, acceso a la educación y a la salud pública, para construir nuestro propio cuerpo? ¿En qué lugar nos van a poner? ¿Van a reconocer nuestra capacidad para producir trabajo, saberes, dirigencia? La posibilidad de instalarnos en nuestro propio lugar dependerá de nosotras. Nuestra habilidad, entonces, será la que nos permita que no se abra así una nueva forma de exclusión. Porque la exclusión actual no es producto tan solo de ser travesti, sino de ser travesti y pobre. En nuestros cuerpos están las marcas de esa exclusión: del hambre, de la cárcel, de la violencia. No vamos a negociar nuestra dignidad. Pero es, también, una realidad, que para el 90 por ciento de nuestras compañeras esta ley es un sueño: la quieren y por eso vamos a dar esa batalla. Es un desafío. Le decimos a nuestras compañeras: miren chicas que el documento no les va a cambiar la vida. No seamos ingenuas. Pero al mismo tiempo no queremos dejar pasar la oportunidad. Tenemos que tener la habilidad de, en esta coyuntura política, poder seguir avanzando, pero en la dirección que marque nuestra propia agenda.

Marlene: Hay varios proyectos. Nosotras estamos acompañando el que nos parece más completo y al que hemos sido invitadas a participar desde la redacción, en la que hemos sido reconocidas como referentes posibles para tener opinión, que es el proyecto que llevamos con la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), más la ALIT y otros activistas independientes. Nuestro movimiento tiene voces como la de Mauro Cabral, que es una de las más jerarquizadas del movimiento, que tiene un peso internacional importantísimo, que ha participado, por ejemplo, en la redacción de varias normativas que van tendiendo a que la ONU comprenda las cuestiones de género como una cuestión de derechos humanos. A pesar de eso, nosotras, como activitas, creemos que en muchos espacios somos invisibilizadas, ninguneadas. El movimiento trans es un movimiento muy fuerte desde lo ideológico, lo político. Pero precisamente en Argentina es donde menos se nos quiere reconocer. A pesar de todo, logramos cosas concretas, como lo que consiguió la iniciativa de Diana Sacayan en la provincia de Buenos Aires, donde el Ministerio de Salud ordenó que en todos los centros de su dependencia, desde hospitales públicos hasta las salas asistenciales de los barrios, se respete la identidad de género. Es casi como un pedir que sean cordiales, es tan simple como eso, pero genera un efecto concreto en la vida de nuestras compañeras.

Diana: Nuestras críticas a los proyectos que leímos de Identidad de Género es, ante todo, política: ¿quiénes hablan en nombre de quiénes? Nosotras no necesitamos que ningún representante político ni ningún “experto” venga a hablar en nombre nuestro. En otro plano más técnico, las observaciones se relacionan con algunos puntos peligrosos, como el que propone la creación de una oficina con especialistas que decida qué somos… Horrendo, a mi entender. Igual, todo esto se abrirá a debate en el tratamiento que el proyecto vaya teniendo en su camino a ser ley. Nosotras vamos a acompañar aquel que se acerque más a las necesidades de una población a la que sistemáticamente se le ha negado los derechos fundamentales como la salud y, sobre todo, entendiendo que ese derecho va ligado a la construcción de un cuerpo acorde a esa identidad.

¿Cómo se imaginan ese proceso de construcción?

Diana: Lo importante es que en este proceso estemos participando las personas trans, travestis, transexuales o transgéneros. El camino que venga, sea arduo o lento, lo viviremos con la pasión que siempre nos caracterizó. Somos personas que vivimos nuestra militancia con pasión. Somos organizaciones que venimos planteando un cambio cultural que es sumamente necesario para nuestra comunidad. Entendemos que no sólo somos personas travestis: venimos de barrios marginales, nos atraviesa la cuestión de la clase, la pobreza. Entendemos que los derechos humanos no pueden ser reales si no se nos incluye. Nosotras somos también quienes estuvimos en la plaza de Mayo gritando “Ni Olvido Ni Perdón”, estuvimos en los grandes piquetes, acompañamos a los pueblos originarios… Somos esas mismas: no hemos cambiado, nuestra militancia sigue siendo igual. Hoy nos toca levantar nuestra propia bandera porque entendemos que tenemos que aportar ese granito de arena para el cambio cultural que necesita nuestra sociedad. No somos ese tipo de personas que luchan solo por “su” derecho… No. Tenemos que luchar de la mano de los grandes cambios sociales que se están produciendo, que no se originan por casualidad, sino porque hay un contexto construido por muchas organizaciones sociales con quienes hemos hecho este camino. Por eso ahora las invitamos a ser parte de este proceso de construcción de nuestra agenda, los invitamos a que la tomen como suya. http://www.lavaca.org/

Presentacion del proyecto de Ley de identidad de Género


El jueves 11 de noviembre a las 17:00 hs en la sala José Luis Cabezas del Congreso de la Nación, será presentado el proyecto de Ley de identidad de Género redactado por la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), la Asociación de Lucha por la Identidad Travesti y Transexual (ALITT), la Cooperativa Nadia Echazú, el Movimiento Andiscriminatorio de Liberación (MAL) y Futuro Transgenerico.

El proyecto está firmado por las/os Diputadas/os Diana Conti (FpV), Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), Martín Sabbatella (Nuevo Encuentro), Margarita Stolbizer (GEN), Cecilia Merchan (Libres del Sur), Victoria Donda (Libres del Sur), Marcela Rodríguez (Coalición Civica-ARI), Fernanda Gil Lozano (coalición Cívica-ARI), Remo Carlotto (FpV) y Carmen Storani (UCR)

El proyecto se asienta sobre cuatro ejes fundamentales para entender las identidades trans y evitar formas de reproducción normativa binarias (varón-mujer):

Primero la despatologización (no considerar a las identidades trans como enfermedades); segundo la desjudicialización (el trámite de reconomiento es un trámite administrativo expeditivo ante el registro civil de jurisdicción de la persona peticionante); tercero se prevee la desestigmatización (incorporando la noción de no discriminación de las identidades trans conforme los Principios de Yogyakarta) y cuarto que resulta ser, además, una resultante de las anteriores, la descriminalización de las identidades trans. Por último, este proyecto arbitra la cuestión de las personas intersexuales en términos generales propiciando un principio rector de no a las terapias abusivas.”



Emiliano Litardo, abogado y redactor del proyecto afirmo que "contribuye a la gestión de una política pública inédita en Latinoamérica ya que se reconoce y garantiza la multiplicidad de las identidades trans en todas sus expresiones."


"Violar los Derechos Humanos de las personas travestis, transexuales, transgeneros e interesex, es violar los DDHH. Confiamos que con la aprobación de este proyecto construiremos herramientas de plena ciudadania y avanzaremos en la lucha contra la discriminación hacia las personas trans", aseguró Lohana Berkins, dirigente de Alitt.


Diana Sacayan, dirigente de MAL, dijo que "creemos que este proyecto, producto del trabajo colectivo y la articulación de varias organizaciones, es el que mejor representa el espiritu de la lucha por el respeto de las identidades trans, garantizando el acceso a la salud y a la documentación para que refleje las distintas expresiones travesti, transexual y transgenero. Y aunque sabemos que una ley no va a solucionar las situaciones de exclusión y estigmatizacion que sufren las personas trans, seguiremos trabajando fuertemente para transformar estas realidades. Se abre ahora el juego para que las travestis demostremos una vez mas que podemos ser protagonistas de nuestras propias politicas."


Convocamos a todos los medios de comunicación, senadores/as, diputados/as y a todas las personas a la presentacion del proyecto y la conferencia de prensa el próximo JUEVES 11 DE NOVIEMBRE, 17 HS, SALON JOSE LUIS CABEZAS, CONGRESO DE LA NACION, Av. Rivadavia 1864, entrepiso

DECILE NO A SIURANO


PARTICIPÁ DE LA CONSULTA POPULAR
(10 Y 11 DE NOVIEMBRE Gimnasio Municipal Cochocho Vargas de 9 a 20 hs)
Al intentente DECILE NO en la Consulta Popular
No somos tibios, ni indiferentes por eso tomamos postura y te contamos los motivos que avalan esta decisión.
Le decimos NO a la implementación de las obras: “Paseo Costero del Bicentenario y Embellecimiento y Renovación de la Av. Perito Moreno” a ser afrontadas a través de un tributo (aumento de impuestos) y solicitud de contrastar empréstito (endeudándonos).
Porque NO son obras prioritarias
¿Estás de acuerdo con realizar urbanizaciones? ¿Son prioritarias las obras de urbanización para vos?
Entonces participá de la
¿Sabés que con 100 millones de pesos (que son los que se pretenden gastar para estas dos obras) podríamos mitigar significativamente el problema habitacional de Ushuaia?
Consulta Popular y votá.
Decile NO al intendente.
Decile NO al intendente.
¿Sabés que este año, en una ciudad con semejante crisis habitacional, nos sobraron $2.300.000 que no utilizó Sciurano de la ley provincial 766 promulgada para crear suelo urbano?
¿Estás en desacuerdo con las prioridades que tiene Sciurano?
Participá de la Consulta Popular y decile NO al Intendente.
¿Estás en desacuerdo con los asentamientos?
¿Sabés que si existieran las urbanizaciones necesarias, todos los vecinos podrían acceder a un terreno (pagando) con servicios y que estarían en un lugar planificado de forma de preservar nuestro medio ambiente de la mejor manera?
Por eso Participá de la Consulta Popular y decile NO
¿Estás de acuerdo con la forma en que se maneja el municipio, incumpliendo muchísima normativa vigente, haciendo caso omiso a las Ordenanzas vigentes, manejando el Municipio como si fuera su estancia?
Por eso Participá de la Consulta Popular y Decile NO
¿Estás de acuerdo en que te aumenten los impuestos?
Por eso Participá de la Consulta Popular y Decile NO
¿Está de acuerdo con endeudar a las gestiones municipales venideras?
Por eso Participá de la Consulta Popular y Decile NO
Ya que la Consulta Popular del 10 y del 11 de noviembre es una de las pocas veces que nos permiten expresar en las urnas, demostrémosle a Siurano que NO queremos que las cosas sigan así, queremos un Municipio al servicio del vecino y hoy en día las prioridades de los vecinos son las obras de urbanización y NO estas obras mediáticas y electoralistas.
NO repitamos la experiencia de la Pista de Patinaje sobre hielo, que luego de que pagamos TODOS más de DOS MILLONES de pesos la daremos en concesión a “algún” privado para que la usufructúe.
Porque no queremos que nos engañen poniendo la consulta popular en medio del tratamiento del presupuesto municipal para que sea una cortina de humo y aprobarlo entre gallos y media noche.
Por todo lo dicho decile NO
No permitas que solamente aquellos que pueden movilizar gente sean los que SIEMPRE se salen con la suya y en contra del pueblo.
Demostremos que queremos una ciudad inclusiva, queremos una ciudad para todos y NO para unos pocos.

Pero por sobre todas las cosas, estés de acuerdo o NO, participá y decí lo que pensás porque es la única forma de mejorar las cosas.

http://participacionsolidaria.es.tl/