Quedamos 24hs varados en el medio de una ruta desierta y congelada entre el jueves 14 y viernes 15 a 70 km de la frontera Argentina en San Sebastian. Pasamos la noche junto bebes, niños y ancianos. ¿Qué esperábamos de Vialidad Nacional, Defensa Civil o algún área del Gobierno Nacional o Provincial? Algo tan simple como que nos vinieran a socorrer ante lo que fue realmente una emergencia, ¿Qué respuesta recibimos en este viaje que desde Río Gallegos a Ushuaia tardo 38hs? Solo la visita de un empleado de Defensa Civil Provincial que llego a las 2:30 de la mañana a decirnos que esto le corresponde a la empresa, que ya avisaron y que el estado no tiene nada que ver…
Venía de San Salvador de Jujuy, invitado a la Feria del libro Provincial a presentar la Asociación de Revistas Culturales Independientes de Argentina de la cual soy miembro, la charla y los comentarios en Jujuy siempre rondaron por lo mismo, la cantidad de trabajo que hay en Tierra del Fuego y la inversión que se esta haciendo desde Nación, y como Cristina ayuda a Tierra del Fuego, luego la gente me contaba de amigos y familiares que habían emigrado hacia la isla y de cómo venir a Tierra del Fuego es hacerse literalmente “la America!”.
Fue difícil explicarle a tanta gente que ve con ilusión de prosperidad venirse al sur que no todo es como parece… intenté sin ser brusco contarles que el agua no alcanza para todos, que las cloacas colapsaron, que no hay donde vivir. Osea que el proyecto de industrialización que Cristina y Fabiana idearon para la isla no incluye urbanización ni infraestructura (al menos por ahora). Lo que no se me escapo contarles en este ida y vuelta de la vida patagónica fue que la isla está, valga la redundancia, aislada.
Terminó la feria y tomé un vuelo de Andes Lineas Aereas (si, así como leíste) a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, cuestión que cuando intento salir para Ushuaia las cenizas complicaron todo, pasaron los días y por fin me decidí a tomar un bus, sabiendo que los micros de larga distancia en Patagonia gozan de mala salud.
Largas horas para llegar a Río Gallegos donde tomo un bus de la línea Taqsa Marga que finalizaba en Ushuaia, lo que no sabia era la aventura que nos tocaría en el paso San Sebastian.
Pinchamos dos gomas en ese camino desastroso que hay que atravesar para llegar a la frontera Argentina en la isla de tierra del fuego, de entrada a unos kilómetros de haber cruzado la balsa nos encontramos con un camión atravesando el camino, luego de unas horas y ayuda de los chóferes del micro y civiles logran enderezarlo, bingo!; todos aplaudimos y el micro arranca, hacemos 10 km y de vuelta otro camión, miramos un poco mas allá y otro mas, la ruta había colapsado, era una subida o bajada según de donde vengas y los camiones que eran cientos, casi ninguno traía cadenas.
Habíamos salido a las 9 de la mañana y ya eran las dos de la tarde, por ahora todos medianamente centrados. La noticia bomba fue que pinchamos la rueda por segunda vez y no había repuesto. Ya eran las 17hs y un grupo se altera y acusa verbalmente y de forma agresiva a los conductores del micro por no tener dos ruedas de repuesto, los mismos que siempre demostraron cordura y predisposición le explicaban que por mas que cambien la rueda no podríamos avanzar, una niña llora ante la situación, su madre intenta calmar a la gente y vivimos el primer momento de paranoia, nadie sabia que nos esperaban 24hs mas arriba del bus en ese mismo lugar.
20hs.Uno de los chóferes sale en búsqueda de ayuda, al menos de señal telefónica para avisar a la empresa y Defensa Civil, abrimos la caja de provisiones para casos extremos del micro y encontramos galletitas, pate y te, pero no había ni agua caliente ni abre latas, decidimos guardarlo para mas tarde. Ponemos la última película de Capusotto “Pájaros Volando” como para ponerle humor a la situación, intentamos relajarnos y confiamos en que nos mandaran ayuda.
El baño está inutilizable, los niños se portan bien y los grandes están nerviosos, los turistas que no hablan español no entienden nada y se ven largas hileras de micros y autos, 150 camiones adelante nuestro de unos 20mil kgs y dos colectivos sin contar los autos según los que nos dijo un muchacho de Defensa Civil, primer contacto humano que se dio a las 2:30 de la mañana. Emoción y felicidad al ver llegar su camioneta, decepción y bajón al escuchar lo que nos dijo, y seré literal: “-Nosotros somos el estado, solo venimos a ver la situación, ya le avisamos a la empresa y son ellos los que tienen que hacerse cargo, lo que vamos a hacer es anotar su nombre y un numero de teléfono y nos vamos a comprometer a llamar y avisar a sus familiares en la situación que están así se quedan tranquilos”. Le pregunto si podían llevarse a los niños, me dicen que no, -¿pueden traernos agua y comida? A lo que respondió: “-todas la necesidades las vamos a anotar y veremos que se puede hacer cuando regresemos”, de ahí en mas le hecho la culpa a Chile por no avisar bien de la situación y se lavo las manos totalmente. Lo único que nos tranquilizo es que avisarían a nuestras familias (cosa que NUNCA hicieron los muy caraduras).
Amanecimos en el mismo lugar y recién a las 14 hs logramos arrancar a fuerza de coraje de los chóferes y civiles que cambiaron la rueda cuando llego el auxilio, la ruta ya se había descongestionado y con un gran aplauso respiramos profundo.
En la aduana Chilena intente hablar con alguien para saber que opinaban sobre lo sucedido, les conte la situación pero me dijeron que ellos no tienen nada que ver y me pasaron una dirección en Santiago de Chile para hacer la queja.
Del lado argentino la sorpresa fue mayor, una señora de Defensa Civil en su camioneta no dijo que no sabia de nosotros y que no se podían mover de ahí por “el tema de la radio” y que ellos venían denunciando esto desde el día sábado y nadie les dio bola.
Yo por mi parte y seguro que unos cuantos mas denuncio desde mi carácter de ciudadano: “Abandono de personas en situación de riesgo de los estados de Chile y Argentina y del Gobierno de Tierra del Fuego, denuncio también la falta de control en el transito de camiones y el las líneas de micros que viaja por la isla, denuncio la falta de sensibilidad de Defensa Civil ya que de “defensa” y de “civil” con nosotros nada.
