MAESTRO FUEGINO AGREDIDO POR POLICIA


Nos encontrábamos con mi esposa y mi hijo menor vacacionando en la costa, recorriéndola en micro y disfrutando la naturaleza en carpa, fue el 10 de enero cuando todo paso, último día de playa, el 11 partiríamos en tren para Buenos Aires. Nunca nos imaginaríamos que esa noche la policía me reprimiría y encarcelaría en un acto de concreta discriminación.
Mi nombre es Edgardo, soy quechua, maestro desde hace 10 años, oriundo de Jujuy, vivo en la provincia de Tierra del Fuego hace 20 años y trabajo con niños en un proyecto de sikuris. Antes de ser maestro hice todo tipo de changas y mientras trabajaba estudiaba, sabiendo que era importante esta profesión para contribuir con un granito de arena en esta sociedad que no apuesta a nada, que es pesimista que cree que ya esta todo así y debe continuar así. El proyecto sikuri es algo que vengo haciendo hace mas de 10 años, tiene q ver con un ensamble, una técnica milenaria que tiene filosofía, no es música porque si, es música comunitaria y colectiva, tomamos la posta de otros hermanos, abuelos, padres que van transmitiendo en el tiempo el conocimiento que hoy llega a nosotros y que compartimos con todos...eso es sikuri.
Caminábamos tranquilamente con mi familia por la peatonal de Villa Gesell, mi hijo entra a jugar en un local de juegos electrónicos y con mi esposa nos sentamos a esperarlo afuera, ahí justo frente al Mc Donalds, ahí justo estaban ellos con un stand. Me refiero a los pibes de la villa 21 de Barracas en Buenos Aires que hacen la revista “Garganta Poderosa” una publicación de excelente calidad. Me acerque y me puse a charlar con ellos ya que me pareció interesante el laburo que hacen y muy noble de destacar, hacen periodismo independiente desde la villa, me contaban que se encargan de hacer las entrevistas y la alegría que tenían de haberle hecho una nota a Riquelme que estaba en la tapa, también trabajan en cuestiones culturales y deportivas, mientras yo le contaba lo que hacíamos con los chicos del Obrero en Ushuaia.
En un momento cae uno de los pibes y avisa que los inspectores venían a levantarles el espacio que habían armado para promocionar el proyecto, en ese momento yo ya había tomado una posición y les dije: “-si hay que poner el cuerpo se pone”, que contaban conmigo.
Estos supuestos inspectores, que jamás se identificaron querían confiscar las cosas, no querían en frente a un Mc Donalds un grupo de pibes con remeras y pancartas que decían "Garganta Poderosa, revista independiente, cultura villera".
Los inspectores en ese momento le dicen a la policía que los detenga y secuestre la mercadería... yo a todo esto me encontraba tomando fotos de esta situación… (y los pibes también, ya que realizan periodismo independiente) y en un momento uno de los policías me arrebata la cámara. El "inspector" pide que detengan a los pibes y la policía arranca, ahí puse el cuerpo y dije que no tenían porque detenerlos, ni violentarlos, ya que no se encontraban haciendo nada malo, a lo que el oficial me empuja diciendo que no me meta generando una situación muy violenta, yo lo empujo también por reflejo y ahí dan la orden de reprimir a todos con golpes e insultos verbales. La gente comenzó agruparse alrededor de esta escena y se solidarizo con nosotros ya que golpeaban el patrullero para que nos dejen. Me llevaron a mí con cinco de los pibes y venia mi esposa y mi hijo que también estaban pasando este mal momento de arriba.
En la comisaría se había terminado toda la cordialidad del policía que dentro del patrullero me decía - "quédate tranquilo no va pasar nada", una vez que bajamos, me esposan me dice "mejor quédate tranquilo y no digas nada, que te vamos hacer mierda", ese es el momento en que entras en un mundo del que no sabes si salís. En ese momento también llegan 2 pibes mas de la organización a preguntar por todos a quienes también meten adentro y terminamos siendo en total 7 (varones) y 1 mujer. Pasamos 22 hs. en una espacio de 90.cm por 3mts. teníamos que turnarnos para dormir. No nos dejaron ir al baño en las 22hs y la agresión verbal fue constante, Ahora tengo una causa penal por resistencia a la autoridad y lesiones leves.
Uno de los pibitos en la celda me decía que era un bajón ver a un maestro preso que no lo podía creer, yo estaba ahí por solidaridad, por poner en práctica lo que tanto hablamos, resistí por una cuestión lógica. En este momento estoy solo, como muchos militantes comprometidos y las organizaciones que cuando te necesitan al pie de caño te llaman, hoy no están.
La situación me quebró, me caían las lagrimas, me decía valió la pena ser maestro, haber estudiado y estar en un sistema donde se q se puede cambiar desde abajo, nosotros tenemos una herramienta importante para el cambio y es el conocimiento que podemos poner en los pequeños y puede llegar a cambiar totalmente esta sociedad discriminatoria y violenta por una sociedad pacifica e integrada, solidaria, justa.
Yo creo que si los maestros no somos sensibles, no nos solidarizamos, no sirve de nada la docencia, la solidaridad no es solo palabras, la educación tiene que estar en la acción.
Ahora sigo en esta lucha legal contra el estado solo, este es un caso de discriminación sin lugar a duda, me he acercado a diferentes organizaciones pero hasta ahora todas me han dado la espalda, desde la Secretaria de Derechos Humanos de Tierra del Fuego, hasta el INADI, la abogada del Sutef que es el sindicato que me representa me dijo que solo responde por temas sindicales pero que esto seria un tema personal….

+info 02901-15472565
ajirevista@gmail.com

1 comentario:

  1. para todas esas personas que creen que con más polis en las calles van a estar mas seguros. error. la policía, incluso en las democracias, tiende marcadamente a ponerse del lado de los privilegiados, y a repartir palos e injusticias para el lado del campo popular. En este caso, el docente de tierra del fuego, la ligó por defender a unos "villeritos" que "afeaban" con su puesto la zona próxima a un Mc Donalds. "Villeritos" y encima con tupé de hacer producciones periodísticas. Demasiado para la policía que guarda el orden en las democracias capitalistas. ¡Arriba el periodismo villero y los sikuris!

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