A 7 MESES DE LA REPRESION A ESTUDIANTES EN TIERRA DEL FUEGO


Fue en julio, justo antes de la vacaciones, las mismas que la gobernadora Fabiana Ríos y la ministra de educación DelCorro le sacaron a los adolescentes por no haber podido arreglar con los profesores los dias de paro.

Los estudiantes indignados se movilizaron hasta el ministerio de educacion de Río Grande (con lo que cuesta que los pibes se organicen, activen...) para decirle no a esta arbitrariedad del gobierno provinical, sacarles una semana de vacaciones para recuperar las clases perdidas y continuar durante diciembre, el mismo en vez de acompañar la inquietud de estos le respondio con mano dura y firmeza, recibiendo balas de goma y gases lacrimogenos, hubo heridos y silencio de los medios.

Hoy a pocas semanas de empezar nuevamente las clases, sabemos que vendran los paros, de los que los estudiantes nada tienen que ver y nos preguntamos ¿repetira la historia Fabiana Ríos?.

Mientras desde el Colectivo Ají Picante seguiremos AJItando para que este hecho no quede impune, teniendo en cuenta que estabamos en esos momentos en la puerta del ministerio acompañando a los jovenes.

Les dejamos aca la carta que esa noche escribieron en forma colectiva para la gobernadora Fabiana Ríos y la sociedad fueguina :



Hoy, desde nosotros... los jóvenes que caminamos nuestra ciudad, que buscamos huecos de humanidad en una estructura incontrolable, que soñamos y respiramos locura, arte y pasión. Que desde nuestra ventana miramos un paisaje de agonía social, de crisis e incertidumbre adolescente. Hoy, siendo jóvenes generadores de cultura y cambio, al mismo tiempo somos los jóvenes que son ignorados y subestimados, los jóvenes que toman el colectivo todos los días, los jóvenes que sentimos la escarcha matutina y la brisa nocturna, los jóvenes los cuales sus voces se ahogan en mar de burocracia entre los papeles de un escritorio, los jóvenes que vivimos el abuso de poder de las instituciones, los jóvenes que nos cansamos de la impotencia y la ignorancia, los jóvenes reprimidos en una manifestación por la policía, policías a los cuales luego tenemos que pagarles de nuestro bolsillo para que nos “cuiden” en nuestros encuentros artísticos colectivos. Hoy, ser joven fueguino implica lucha, lucha conciente, lucha social, lucha pacifica a su violencia imperante/institucional y más peligroso que nada legal (en TDF parece que es más peligroso alguien de 15 años que rompe un ventanal que un tipo de 30 disparando balas de goma). Luchamos para ser escuchados, luchamos por el amor y la diversidad, luchamos por nosotros y los que vendrán.

Hoy, desde nuestro lugar, somos concientes que falta mucho por hacer y somos pocos haciendo, somos concientes que nada se puede esperar de quienes “deberían hacerse cargo”, vivimos en la cultura del “no hacerse cargo”, la que nos pretenden inculcar. Nosotros nos hacemos cargo y buscamos no repetir estos errores. Somos los que nos quedamos en este lugar, construyendo nuestras alternativas… somos los que se fueron y volvieron, los que nunca se fueron porque no pudieron y los que no quisieron. Somos los que seguiremos y veremos cada un par de años cambiar a esos “representantes” que en nada nos representan. Somos la voz de todo aquel que trata de encontrar un camino, la voz del poeta perdido en un mar de promesas. Hoy, desde nuestro lugar, no pedimos sobornos ni materialidades, pedimos respeto, armonía y consideración. A usted y a todos aquellos que nos etiquetan, que nos piensan como minoría, hoy decimos que acá estamos, para plantear lo que corresponda, para encontrar un camino y crear lazos reales e involucrarnos juntos por una lucha de igualdad social. Nosotros, los “irrespetuosos”, los que “hacen quilombo” y los que se “quejan de todo”, nosotros los “anarquistas” y “artesanos”, hoy damos pié (como tantas otras veces) para entablar relaciones concientes y concretas, para seguir expresando, cambiando, comunicando y creciendo como seres humanos.

1 comentario:

  1. Tendríamos que habernos movido durante los paros para exigir una solución a la situación y no por la semana de vacaciones que nos quitaron.

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