Valeria
Silva del Puelamapu se encuentra con la lagmien Carolina Karüllanka de Nguluapu
en la ciudad de Furilofche. Mate de por medio surge este nutramkan sobre la
mujer mapuche.
Foto: Fernando Lavoz
Preséntate por favor... Soy Carolina Karüllanka, vengo de Gulumapu, desde el territorio de
Chaurakawuin conocido actualmente como Osorno, soy profesora de historia y
geografía y trabajo en la Universidad de Los Lagos.
¿Cómo se ha visto
afectada la vida agraria de la mujer mapuche en el territorio con la llegada de
las políticas colonialistas de Chile y Argentina? A
mi juicio, la mujer como actor económico como parte de los sistemas productivos
del agro a quedado invisibilizada y meramente subyugada a la esfera del espacio
domestico, a la casa, al cuidado de los niños, a la mantención del marido, por
lo tanto ahí hay una visión patriarcal que no solamente está dada por la
ciencia sino que también por el modo de cómo los mapuches se miran hacia
adentro, y parece que esas estructuras fueran intocables. En mi experiencia y
en lo que yo he podido revisar, la mujer siempre tuvo un rol fundamental dentro
de los sistemas productivos de la comunidad mapuche cuando todavía no llegaban
los estados nacionales a avasallar los territorios, estamos hablando del siglo
19. La economía mapuche estaba basada en el comercio, donde principalmente se
encargaba el varón, y se realizaba el pastoreo hacia la cordillera, por eso
había tantas rutas entre el puelmapu y gulumapu. La mujer era básicamente la
encargada del ganado menor, de lo que hoy día llamamos también la agricultura
familiar campesina, y por lo tanto era más bien una complementariedad en el
sistema económico el rol que tenia la mujer y el rol que tenía el hombre, a
partir de esa idea es que yo propongo hablar de la mujer pero también usar los
procesos de colonialismo histórico para explicar porque es que hoy
en día parece disociada la mujer de la esfera productiva y solamente se queda
reducida al espacio domestico, y eso es un problema porque no solamente lo está
describiendo de esta manera la academia sino que también dentro de las
comunidades mapuches se tiende a veces a minimizar el trabajo de la mujer como
si siempre hubiese sido así, hay procesos de colonialismo interno.
Recién pensaba
mientras te escuchaba como la historia ha negado, los viajeros, los
historiadores, los curas, que han tenido registro desde el siglo 17 y quizá
desde antes también, de cómo han invisibilizado a la mujer y solamente se habla
del rol político que ocupa el hombre y de lo que hacían entre ellos, sin ni
siquiera mirar que hacia la mujer, desde ahí la historia como bien planteas nos
invisibilizó y ha negado y permitido que el colonialismo siga naturalizando el
machismo. Siempre se escucha que los mapuches son machistas, y si, reconocemos
que somos un pueblo que ha sufrido y padece lo que el patriarcado nos dejo,
pero ¿desde cuándo somos un pueblo donde las mujeres padecen ese machismo?
Yo
pienso que naturalizar el machismo como parte de la cultura mapuche es un gran
error, y por lo menos en Chile yo veo que
casi es una respuesta que argumenta los fenómenos de violencia contra la
mujer en la sociedad mapuche, pero en realidad no es un argumento, es producto
de la forma en cómo el colonizador, en este caso el español y posteriormente
las ideas que traen consigo los criollos, que ven a la mujer solamente como un
reservorio para la maternidad y donde hay unos conceptos morales y éticos que
la reducen a meramente un agente de servicio y nada más. Entonces pienso yo que
es un problema para la sociedad mapuche, que se transforma en un fenómeno
político interesante de poder tal vez entrar a discutir, de que la mujer
mapuche es vista de manera subyugada desde la sociedad criolla y desde la
sociedad mapuche pero eso está atravesado por contextos históricos de largo
plazo, y que en realidad si uno mira la
historia hace dos siglos atrás la mujer tenía un papel sumamente importante
dentro de la sociedad mapuche y las relaciones que tenían con los otros
pueblos, era por lo tanto un actor político.
Y ves que el hombre
mapuche haya tomado esos privilegios que le trajo el wingka, como instancia
para olvidarse de la complementariedad?
Por supuesto, por eso hablaba del colonialismo interno donde se
cruzan con nuevas formas de dominación, el mapuche hombre ya es dominado por su
cultura, pero el también domina a la mujer por cuestiones de género, por eso
digo yo que es un problema claramente político si uno lo piensa en cómo nuestro
pueblo tanto del lado argentino como del lado chileno está pensando en la
autonomía y la autodeterminación y cuando uno piensa en el largo horizonte y
como construir ambos conceptos políticamente obviamente tiene que darse cuenta de
que hay huellas dentro de nuestro pueblo que es necesario poder sanar, y es
necesario también poder empezar a limpiar esas heridas, y dentro de ese proceso
que nos corresponde a nosotros como mapuches, no es que nadie nos venga a decir
cómo se hace, lo tenemos que hacer nosotros a partir de procesos de reflexión
interno, donde es muy importante también el cuestionamiento, el hacer procesos
de crítica hacia lo que nosotros mismos concebimos, a veces como verdades
establecidas, y por eso creo yo que es importante tomar como centralidad a la
mujer .
Tampoco estoy hablando de transformar a la mujer en un
sujeto feminista, porque en varios países en América se están levantando
feministas indígenas, y no es mi propósito académico ni político llegar a eso,
sino que más bien poner el en centro de la discusión el tema de la mujer y
poder mirarnos hacia nosotros mismos, lo que somos y lo que hemos construido,
porque de esa manera, de la crítica, de la reflexión, deconstruyendo ciertas
verdades, es la única manera que podemos tal vez hacer renacer nuevos brotes y
poder plantearnos hacia los grandes horizontes que son la autonomía y la autodeterminación
territorial como pueblo, que tiene que ver con la capacidad de decidir y cuáles
son los roles que jugamos cada uno de nosotros dentro de la sociedad mapuche.
¿Que ves posible hoy,
en este contexto de sociedades atravesadas por el pensamiento dentro de lo que
es el feminismo blanco? ¿Cómo nos
atraviesa y de qué manera podemos tomar instancias como mapuches y en relación
hacia adentro como venís planteando, como repensarnos para reencontrar ese
andar que tenían antiguamente nuestra gente?
Tal vez
ahí poner un elemento de contexto, que a partir de los años 60 y 70 en Estados
Unidos, las feministas negras propusieron los feminismos de la diversidad y en
su momento por lo menos la teoría fue sumamente importante, pero la repercusión
política que tuvieron las feministas negras
fue más bien de rechazo y por parte de la mujeres blancas. Y estos
últimos años donde el feminismo, la luchas de género, donde la mujer se ha
puesto como un actor político relevante en ambos países tanto en Chile como en
Argentina, la verdad es que ha vuelto a resonar este debate entre los
feminismos de la igualdad, los feminismo de la diversidad, y tal vez poder
armar una complementariedad entre ambos sin tener que chocar o conflictual. Yo
participe del congreso de la red de historiadoras feministas en Santiago de
Chile, la mesa que nosotras propusimos fue una mesa de mujeres mapuches en la
historia, y cuando hicimos el cierre de la mesa la pregunta central fue cómo se
puede convalidar los feminismos de la diversidad que están pregonando las
mujeres indígenas en América, como también los feminismos de la igualdad, y más
bien como en tinte de que uno como mujer
indígena entendido en el contexto americano pueda sumarse a las luchas
del feminismo de la igualdad, el problema de eso es que nuevamente por una que
es totalitante que nos ve a las mujeres como todas iguales, nuevamente se nos
suma un carro en donde el trecho se queda corto, primero porque los feminismos
de la igualdad solamente hablan de las equidades de género, se remiten al tema
laboral, o se refieren a cuotas de poder en los estados nacionales, el
feminismo de la diversidad no va discutir temas de fondo, el tema de porque
hemos sido construidas las mujeres de determinada manera y a partir de ahí entender
de que somos diferentes y por lo tanto para nosotras como mujeres mapuches tal
vez una de nuestras primeras demandas y que se suma a las que han sido las
luchas ancestrales del pueblo mapuche son la reparación de los estados
nacionales por el genocidio cometido en ambos paises, y eso yo creo que es
punto de partida para toda discusión política, y de ahí en adelante nos
sumaremos a los grandes temas planteados por las agendas internacionales en
materia de derechos para pueblos indígenas y que también ahí tienen su cuota de
género.
¿Y con respecto a las
violencias hacia las mujeres, seguramente tenés un pensamiento crítico? La
mujer con la llegada del neoliberalismo se ha insertado en los cultivos de la agro
exportación, como la fruticultura, y lamentablemente lo ha hecho en pésimas
condiciones de precariedad laboral y en donde nuevamente se está viendo donde
el modelo económico arremete a las expropiación de los cuerpos, por lo tanto
las mujeres están sufriendo nuevas formas de violencia a través del modelo económico
imperante y como eso en Chile todavía no entra a ser una discusión, como las
mujeres están sometidas a la precariedad, a la violencia en el trabajo, y es
problemático que no sea un tema de discusión, y para mí la razón de que no es
un tema de discusión es porque siempre se ha asumido como una verdad
establecida que la mujer tiene y ha tenido un rol preponderante en la casa y en
el cuidado de los niños, pero eso no es así. A partir de los años 90 la
dirigencia mapuche está compuesta podríamos estar hablando de un 75 porciento
de mujeres y dentro de la dirigencia se ha logrado levantar algunos discursos
contra la violencia a la mujer pero intrafamiliar, yo creo que habría que ir
mas allá, y por eso mi idea es poder dar cuenta de un estado de como la mujer
se esta insertando en la agricultura comercial de exportación y que esos
elementos fueran tomados en cuenta por la dirigencia y los trabajadores para
aunar fuerza en las nuevas demandas y los nuevos desafíos que tienen tanto
mujeres dirigentes mapuches en general y
el mundo de los trabajadores, en este sentido yo me planteo que la historia
tiene que tener un sentido reflexivo y crítico hacia nuestro mismo pueblo, pero
también tiene que tener lazos de comunión de dialogo con otras historias de
otros grupos humanos que es donde compartimos nosotros, siempre teniendo la
presencia de que somos sujetos mapuches construidos teóricamente por el
colonialismo y por lo tanto no es fácil llegar y sumarse a las luchas huincas o
a las luchas de los derechos, pero para eso también se necesitan espacios de
articulación y de dialogo entrono a problemáticas que nos azotan a la población
en general.
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