Por Yanet Brusain
Todas salimos de distintos lugares del
territorio, cada una tomo su ruta camino a San Martín de los Andes con la
alegría de encontrarnos nuevamente, algunas ya nos conocíamos y había otras por
conocer, todas mujeres que formamos parte de la Red Jarilla y que nos
encontramos para este hermoso encuentro de chaskis.
Conversamos sobre las
situaciones sociales, conflictos ambientales y dinámicas de trabajo de los
distintos grupos de la red. Se trataron distintas problemáticas que se viven en
los distintos territorios, en el Valle de Río Negro y Neuquén, en vaca muerta,
el fracking y sus consecuencias, el agua cada vez más contaminada, los 134
sismos en lo que va del año, la gendarmería de Bulrich custodiando a las
empresas extractivistas multinacionales, las curaciones en las chacras con
agrotóxicos y el consumo excesivo entre otros temas.
Entre las cosas que compartieron las
compañeras de la red puedo destacar que en Chosmalal se está realizando una
tala indiscriminada de los arboles más viejos de la localidad, sin conciencia
ni conocimiento al respecto. En San
Martin y Junín de los Andes se está regando con glifosato para extinguir la
rosa mosqueta con la justificación que es una planta exótica que se extiende
como plaga en detrimento de la flora autóctona mientras tanto la forestal Corfone
sigue plantando pinos y dejando el
bosque autóctono cada vez más limitado.
Se planteo también el conflicto estatal y el
vaciamiento en educación y salud es progresivo en Chubut, pero se siente un
gran abrazo y fuerza de todxs lxs trabajadores por fuera de lxs sindicatos, que
por cierto estos para nada defienden lxs derechos de lxs trabajadorxs.
En estos momentos de tanta desidia,
desinformación y terror, se torna cada más necesario seguir tejiendo en red,
juntarnos, apoyarnos, abrazarnos y saber que no estamos solxs, que vamos
construyendo desde distintos espacios formas más sanas de vincularnos con el
entorno y la vida-muerte-vida.
Cada palabra, cada intercambio de sabiduría
fue tremendo, fue muy importante para mi escuchar las palabra de las abuelas,
de mujeres con tanta experiencia que vienen caminando hace mas de 15 años en
esta red, fue una experiencia muy fuerte tambien haber compartido con la gente
del barrio intercultural, ver todo lo que lograron, sus casas, como cuidan su
lugar, sentí mucha esperanza, pude ver otras formas de vincularnos desde la percepción,
la empatía el respeto por el entorno, viendo a la tierra como un ser vivo y
nosotros parte de ella
Fuimos también a la casita de Herna y la lagmien
Flor nos enseño un poco de mapuzungun, y fue muy maravilloso como ella en ese
hablar y contarnos y querer que hablemos iba recordando su pasado, y le
brotaban las palabras, y nos motivaba a aprender a hablar mapuzungun, si nos
vamos a conectar con la mapu tenemos que hacerlo en la lengua antigua en la
lengua de la tierra.
El barrio intercultural es un barrio ubicado
en la entrada de Parque Nacionales en tierras recuperadas por la comunidad Churruhuinca, se peleo en conjunto entre comunidades mapuches y
gente sin techo de San Martin y de ahí hicieron este barrio que es bien grande,
con un bello diseño, donde viven unas 2500 familias. En el barrio también
hicimos un reconocimiento de plantas como la paramela y nos contaban que está
siendo depredada por la empresa Natura en toda la zona ya que sacan de esta un
principio para un perfume.
En este encuentro nos reunimos jarillerxs
de distintas localidades, Trevelin, El Hoyo, Esquel, Foyel, Mallín, Chosmalal,
Cinco Saltos, Neuquén, Cipoletti, Centenario, Junín de los Andes y San Martin.
No sabemos hasta donde llega está la red, pero sabemos que va de mar a mar,
desde la Patagonia hasta Mendoza, y sabemos que somos seres, semillas, tierra,
medicina, viento, palabra y seguiremos sembrando y cosechando en este vasto
territorio.
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